Cuando pensamos que Dodge iba a revelar el sucesor 100% eléctrico del Charger y Challenger, nos sorprenden con algo distinto. Este es el Hornet, un crossover compacto (CUV) que representa el primer modelo nuevo de Dodge en años, así como su primer auto híbrido. Pero esto es Dodge, y la marca no se resistió a la tentación de cargarlo de desempeño y líneas musculares, casi imitando a su hermana mayor, la Durango.
Sin embargo, Dodge fue sensata con el Hornet, y evitó usar un V8 descomunal. En cambio, la emoción de un motor híbrido es suficiente. Aunque dejemos los filtros, este es un Alfa Romeo Tonale, pero con los toques musculosos de Dodge para recordarnos que los sesentas siguen vivos y en furor. Mejor que un Dodge Caliber o Nitro si se ve, aunque dejaré que usted sea el juez de esta nueva creación de la marca, que llegará en 2023.
Road and Track o GT para la familia
Son dos los sabores con los que el Dodge Hornet se presenta en sociedad: GT y R/T. El primero usa un motor turbo sin asistencia eléctrica de 2 litros, con 265 hp y 400 Nm de torque, junto a una caja secuencial de 9 marchas. Dodge asegura que el Hornet GT tiene jugo suficiente para rozar los 250 km/h, e ir de 0 a 100 km/h en 6.5 segundos. ¿Qué familia necesita eso? No sabemos, pero por 30.000 USD, no suena tan mal.
Por el lado del Hornet R/T, este toma prestado el motor del Jeep Compass/Commander, pero con un motor eléctrico que le da un “piquetazo” extra. La potencia asciende a 285 hp y 520 Nm de torque, junto a una caja secuencial de seis marchas. Dodge incluye un modo PowerStop que agrega 25 equinos y torque instantáneo por 15 segundos. El 0-100 baja a seis segundos, aunque su velocidad es limitada a 201 km/h, todo por 40.000 USD.
Dodge insiste que este es un auto deportivo hecho y derecho, con suspensión independiente Koni, vectorización de torque y frenos Brembo para la variante R/T. También encontrará modos de conducción deportivos, una pinta más agresiva, tomas de aire en el capó; y un paquete adicional Track Pack con rines de 20” y amortiguadores mejorados.
¿Dodge Romeo? ¿Alfa Dodge?
El esfuerzo que Dodge puso para que el Hornet se distinga de su primo italiano es admirable, pero seamos sinceros. Este es un Alfa Romeo por donde se le vea, incluso se fabrica en Italia. Dodge quiso dar su toque de muscle car para convencer a las familias que esto brinda la misma sensación a un Challenger de antaño, y de cierta forma lo logran.
Con eso dicho, un crossover urbano es un auto más discreto y práctico, y si bien el Hornet tiene tintes citadinos, intenta ser agresivo por donde se le mire. Como un Neon SRT-4, intentando encajar en el mundo tuner y JDM. Aun así, si usted encuentra belleza y valor en su frente de Alfa Romeo rudo, su corte cupé similar a un Cupra Formentor, y su desempeño de hot hatch, no se contenga. Al que le gusta, le gusta.
Interior civilizado
Si ignoramos su faceta deportiva, Dodge logra un auto moderno con conveniencias del hoy y mañana; gracias a su sistema UConnect 5, cluster digital de 10.3”, sonido Harman Kardon, mantenimiento de carril, detección de punto ciego y frenado autónomo; así como reconocimiento de señales de tránsito y control crucero adaptativo opcionales.
Va como el diablo
Para finalizar, Dodge revive el espíritu ochentero del compacto Omni, con el Hornet GLH, o Goes Like Hell. Esta es la variante que sí necesitamos, y que probablemente Dodge producirá más adelante, y desbloquea el potencial del Hornet GT. Suspensión rebajada, aspecto siniestro, calcomanías con líneas de carrera y un sistema de escape menos restrictivo; todo para quizá rozar los 300 hp, aunque Dodge no revela datos.
Según la marca, el Hornet GLH sirve para “exhibir el catálogo de partes disponible para el modelo”, señalando una posible variante más potente en el futuro. Pero no espere que Dodge ni por chiste ponga el motor Hellcat en este modelo, es más probable que veamos una variante 100% eléctrica con una potencia ridícula.