La historia tras el primer verdadero supercar de Mercedes-Benz se remonta a hace más de cinco décadas. Los ingenieros de la marca comenzaron a explorar la idea de un auto de estas características con la familia de conceptos C111, que atravesaron diferentes fases, formas y hasta motores (uno de ellos rotativo). A pesar de ello, el C111 nunca llegó a producción aunque estuvo tan cerca de hacerlo. Más de 50 años después la gente de Mercedes-Benz decidió rendirle tributo a esa familia de prototipos con esto: el Vision One-Eleven Concept.
Es una interpretación moderna del más famoso de los C111, con luces retráctiles, puertas alas de gaviota y un llamativo tono anaranjado. Al final esa familia de prototipos sirvió para desarrollar nuevas tecnologías que adoptaron otros modelos de Mercedes-Benz, y en pleno 2023 el Vision One-Eleven quiere seguir ese legado. Solo que enfocado a la propulsión eléctrica, una de las mayores prioridades de la casa de Affalterbach.
Uno con la electricidad y el asfalto
Seremos los primeros en decirlo: el Mercedes-Benz Vision One-Eleven tiene forma de control remoto. Es una silueta de cabo a rabo curvilínea con un vago aspecto de cuña, inspirada en la silueta del prototipo C111. No queremos decir que se ve mal, sino que su forma nos recuerda a un aparato de esos. El color anaranjado ayuda a que salte a la vista, y esas puertas alas de gaviota lucen tan dramáticas como las de un 300 SL de los años cincuenta.
Este es el tipo de auto que vería en una película futurista, como el Lexus de Tom Cruise en Minority Report. Mercedes-Benz nos dice que apenas mide 1.16 metros de alto (sin las puertas abiertas), creando una forma aerodinámica ininterrumpida. Similar a otros conceptos Vision, como el EQXX, la aerodinámica es una prioridad para la marca, y esta vez lo llevan a tal punto que Mercedes-Benz asegura que el Vision One-Eleven parece “fusionado con el pavimento”.
Quizá el detalle más extravagante en todo el diseño son los faldones y el descomunal difusor trasero. Las luces son interesantes porque usan una matriz LED capaz de producir mensajes y mostrarlos al mundo exterior. El toque final son los rines, que nos dicen los diseñadores de Mercedes-Benz tienen la intención de imitar la bobina dentro de un motor eléctrico.
El poder axial de Mercedes-Benz
Hablando de ese tema, Mercedes-Benz equipa al Vision One-Eleven con sus motores de flujo axial. Este es un desarrollo al que le apuesta a la marca, ya que este tipo de motores es más pequeño que los actuales síncronos radiales, produciendo potencias comparables de forma eficiente. En cuanto a las baterías, están inspiradas por el AMG One pero con una nueva composición en las celdas para obtener mayor eficiencia. No divulgaron figuras de poder ni nada por el estilo, pero son desarrollos que llegarán en el futuro a los modelos de Mercedes-Benz.
Cápsula retro-futurista
En el interior es donde las cosas se “descontrolan un poco”, porque según los diseñadores del Vision One-Eleven, la cabina está inspirada en el cine. Hay una pizca de la Naranja Mecánica (y no lo decimos por su color) y otra del Quinto Elemento. Si se refieren al Taxi de Korben Dallas, el atuendo de Leeloo y de Alex deLarge, podemos declarar que esas referencias son en efecto cine.
Las sillas es lo que usted se imaginaría en una nave espacial, con una textura plateada brillante y hasta carteras para combinar. El tablero tiene otra matriz LED con gráficos retro, y hay hasta gafas de realidad virtual en algún lado. El toque final son los acentos en aluminio pulido y el volante rectangular junto a una pantalla táctil porque los gráficos 8-Bit no bastaban. Es una curiosa mezcla del ayer y hoy, a la cual solo le faltan puertas que hagan ruido al abrir cual nave espacial.
Es poco probable que el Vision One-Eleven se acerque siquiera a la fase de “considerarlo para producción”. Pero es un vehículo que demuestra lo que puede hacer Mercedes-Benz en el futuro cercano, y un sucesor del AMG One con algunos elementos aquí presentes, baterías de mayor capacidad y motores de flujo axial no suena tan descabellado.
