Cuesta creerlo, pero un 2 de julio de 1969, a días que el hombre llegara por primera vez a la luna, otro acontecimiento importante ocurría en Colombia. Ese día nacía Sofasa, entidad que cumplió 55 años de presencia en Colombia, liderando la carga de la industria automotriz local de la mano de Renault. Y, aunque no lo parezca, es la última ensambladora de vehículos (excluyendo motocicletas o camiones) que queda en el país.
Así que, en ese aniversario número 55, es preciso resaltar la importancia que tiene Renault Sofasa para Colombia. Porque, además de ser la última, es una de las grandes motivadoras de la industria nacional, que este año sufrió un golpe importante gracias a la despedida de Colmotores. Si bien su historia es un 80% Renault, Sofasa tuvo su breve momento de trabajo a la par de Toyota y Daihatsu, dos momentos que son válidos de destacar.
Francia 🤝 Colombia
La Sociedad de Fabricación de Automóviles, Sofasa para ser más breves, nació en Medellín con el explícito propósito de traer a Renault con toda fuerza a Colombia. Es cierto, por allí rodaban algunos ejemplares de los Dauphine y posteriores 8 y 10, pero nada al nivel que quería la casa francesa.
Fruto de la unión del gobierno francés (dueño de Renault por ese entonces) y el Instituto de Fomento Industrial colombiano, la ciudad de Envigado fue la elegida para construir una fábrica dedicada a los productos del Rombo. No sólo eso, Sofasa tendría su propia línea ensambladora de motores y sería la encargada de establecer la red de concesionarios de Renault por todo el territorio colombiano.
En 1970 abría este complejo y de inmediato comenzó la leyenda del Renault 4, ese amigo fiel que en su primer año vio 882 ejemplares ensamblados en Colombia. Rápidamente Renault empezó a sumar modelos, el R6, el R12, el popular R18, los Renault 21 y Étoile; sin olvidar al también legendario R9.
Parte intrínseca de la industria colombiana
Si bien Renault fue la columna vertebral de Sofasa en Colombia durante sus 55 años, hubo una época en la que extendieron su visión a otras marcas. Por estímulo del gobierno nacional, Toyota adquirió una parte de Sofasa, detalle que vio a la fábrica de Envigado producir carros legendarios como la Hilux, Land Cruiser J70 y Prado. Cómo olvidar los camiones y buses Daihatsu Delta, que en un tiempo estaban por doquier.
No obstante, Renault adquirió la totalidad de Sofasa hacia 2008, iniciando así esta etapa moderna. Sofasa no sólo se encarga de ensamblar en la actualidad al Logan, Sandero, Duster y Kwid; también actúa como la empresa importadora, red de concesionarios y talleres de Renault.
La cifra de vehículos ensamblados en Envigado se aproxima a los 2.000.000, con cifras importantes como ser una de las fábricas de Renault más eficientes en el mundo. Sofasa aporta un 70% del ensamble nacional, otorgando trabajo a unos 7.000 colombianos. Sofasa nos dice que su fábrica está en el proceso de eliminar las emisiones de carbono, usando fuentes de energía renovables y recursos sostenibles.
Además, recientemente se hizo una gran inversión para modernizar la planta, con las herramientas necesarias para construir vehículos de la plataforma CMF de Renault. Con el Kardian recién llegado y siendo un éxito en preventa, es plausible que este modelo se ensamble allí.
Invitación a estimular la economía local
De allí Renault Sofasa nos deja una reflexión que trasciende sus 55 años y se refiere al panorama en Colombia. Y sí, a Renault le encanta ser una de las líderes en ventas en Colombia, pero reconocen la necesidad de tener competencia local para motivar la industria colombiana. Y no sólo son palabras nuestras, es un sentimiento sobre el cual hace eco Ariel Montenegro, presidente de Renault Sofasa.
“Necesitamos contar con más empresas anclas que atraigan inversión, generen volumen y permitan desarrollar el ecosistema. No nos gusta ser el 70% el ensamble nacional, por el contrario nos preocupa”. Esas son las palabras de Montenegro, que hacen un llamado a la entrada de más marcas que se interesen en hacer crecer la industria automotriz hecha en Colombia.
Con la partida de la Compañía Colombiana de Automotores (CCA) y Colmotores, sólo prevalecen Hino (camiones) y Sofasa. Aquí es donde es crítico fomentar la industria local, actualizarla con nuevas tecnologías que sean atractivas para inversiones externas, tejer más conexiones con otras naciones e industrias y dar prioridad a la mano de obra colombiana.
Con esa breve reflexión, esperamos de todo corazón que Renault Sofasa “sea eterno” y esté otros 55 años (o mucho más) en Colombia.