Hongqi-L5-China
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Cuando pensábamos que todo el ruido que generó el Salón de Shanghái ya se había calmado, aún faltaba una sorpresa. Podría decirse que cada nación poderosa tiene su marca reina, un fabricante de autos que los identifica. Para el Reino Unido está Rolls-Royce, para Alemania está BMW o Mercedes-Benz, EE.UU. tiene a Cadillac y Japón a Toyota. En el caso de China, la industria automotriz más grande de todo el mundo, está Hongqi y su modelo estrella: el L5.

Esta es la segunda generación de ese modelo, que tiene una larga historia más allá del nombre L5. La marca pertenece al Grupo FAW, y el nombre Hongqi literalmente significa “bandera roja”, en referencia a los colores de China y sus ideologías comunistas. El L5 es apenas la última encarnación de esa familia de Hongqi, que han estado a cargo de transportar a los políticos más importantes de China y todo tipo de dignatarios. 

Exclusivo para gente muy, muy importante

Retro moderno y solo para unos privilegiados: esa es la mejor descripción del Hongqi L5.

Puede que sea nuevo, pero el Hongqi L5 tiene un innegable estilo retro. Eso es porque la marca decidió mantener la apariencia de sus modelos originales, y meramente adaptarla a tecnologías e interiores modernos. De hecho, la parrilla en el L5 y otros modelos de Hongqi está inspirada en un abanico tradicional de China. Es tan exclusivo el modelo, que no cualquier persona del común puede adquirirlo, para eso Hongqi tiene todo un portafolio de modelos con diseños inspirados en Lincoln o Toyota.

En comparación al primer L5, el nuevo modelo es sorpresivamente similar. Su frente se mantiene fiel a las tradiciones, con faros redondos y pontones muy clásicos en lo que de cualquier otra manera es una berlina tradicional. Hay molduras cromadas por doquier y una silueta y parte trasera similares a lo que ofrece un Rolls-Royce Phantom

No es eléctrico, pero la distancia entre ejes del Hongqi L5 es titánica. 3.43 metros son reservados para la cabina, con énfasis en la comodidad de los asientos de atrás. En total el L5 mide 5.56 m de largo, y aunque la marca no lo especifica, el modelo emplea un motor V8 turboalimentado de 4 litros o un V12 de 6 litros, ambos con “suficiente potencia y torque” para mover sus tres toneladas. No necesita ser veloz aunque con esos motores podría serlo, por eso de ser un auto de villano o una copia del Avispón Verde.

El auto más caro de China

Su interior es lo que se imagina de un vehículo de esta envergadura. Acabados llenos de cuero y materiales estrambóticos, dos o tres colores en toda la tapicería e insertos de jade real. No puede faltar la pantalla que atraviesa todo el tablero y encapsula el entretenimiento, clúster y una tercera interfaz para el pasajero.

No obstante, donde usted quiere viajar es en las sillas de atrás, con sus propios controles para el entretenimiento y aire acondicionado. Por supuesto que son operadas de forma eléctrica y hay otra pantalla en la parte trasera. Un presidente, primer ministro o dictador no pueden pedir menos, y económico no es.

El Hongqi L5 V8 “de entrada” cuesta aproximadamente medio millón de euros, y el modelo V12 fácilmente se acerca a los 800.000 euros. Y eso si le permiten comprar uno, porque no cualquier civil puede adquirir un L5, así que tendrá que demostrar que es un rey, presidente o tirano para comprarlo.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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