Con mucho pesar vengo a decirle que el mundo automotriz está de luto. El legendario diseñador italiano Marcello Gandini falleció a sus 85 años, dejando detrás un legado inmenso en materia de diseño automotriz.
Es más, Gandini es responsable por muchos de esos flamantes vehículos que adornaron los pósteres que, de jóvenes, todos colocamos en nuestros cuartos. Podría decirse que Marcello Gandini marcó gran parte de la historia automotriz y fue tan influyente como Giorgetto Giugiaro, Nuccio Bertone, Giovanni Michelotti o Bruno Sacco.
Tan inesperado como cierto
La noticia, tristemente, la confirman medios italianos. La agencia de noticias Rai afirma que Marcello Gandini murió inesperadamente hoy, 13 de marzo, en la ciudad de Rivoli, cerca a Turín. En este momento se desconoce la causa de su fallecimiento, dado lo repentino que fue.
Su funeral tendrá lugar en su estudio de diseño ubicado en Almese, con una misa de despedida a celebrarse el sábado próximo.
Un genio italiano
Créame cuando le digo que nadie se esperaba la muerte de Marcello Gandini. Un genio que nos dio tantas joyas automotrices que es imposible contarlas con los dedos de las manos. Si Giugiaro y Bertone nos enseñaron lo importante del diseño en un auto, Gandini reforzó la noción que un vehículo puede ser arte. Esa noción que la vida es una eternidad dividida por un relámpago de genialidad aplica a la perfección para Gandini.
Curiosamente la historia comienza con estos tres nombres. Giugiaro trabajaba para la casa de diseño de Bertone, cuando Gandini se ofreció para trabajar. Giorgetto se negó a recibir a Gandini y solo fue dos años después, cuando Giugiaro abandonó Bertone, que Marcello fue aceptado en la casa de diseño.
Gandini no inventó la silueta en forma de cuña que muchos deportivos italianos tiene, pero sí la perfeccionó. Al grado tal que esa silueta sobrevivió el paso del tiempo y hoy en día es una estampa de los modelos de Lamborghini.
De exóticos de ensueño a vehículos del día a día
Lógicamente, el trabajo más famoso de Gandini es asociado con Lamborghini. Él es el padre del Miura y el Countach, dos leyendas cada una con tintes y trazos tan característicos. Obra de Gandini, aunque de forma parcial, es el diseño del Diablo. Aunque en esa historia tiene que ver Chrysler quienes, luego de comprar Lamborghini, decidieron alterar los trazos del diseñador, algo que llevó a Gandini a irse de la marca en favor del Cizeta-Moroder V16.
Podría seguir con deportivos legendarios que nacieron de los trazos de Gandini. El Lancia Stratos, rey de los rallies en los años setenta; o los Ferrari 308 Dino y Maserati Khamsin. Es más, Gandini es el inventor de las puertas tijera, nacidas en el Alfa Romeo Carabo concept y que hoy en día preservan los Lamborghini modernos.
Todo eso es muy fantástico, legendario si quiere darle un superlativo, pero el trabajo de Gandini trascendió los modelos exóticos. Esa belleza de curvas y líneas rectas entremezcladas con una dosis de cotidianidad reluce en modelos como el Autobianchi A112 (favorito de Akira Toriyama), el BMW Serie 5 E12, el Audi 50 o Volkswagen Polo MK1, el Citroën BX y, cómo olvidarlo, al Renault 5 de segunda fase y el poderoso 5 Turbo.
Todos modelos que, de alguna forma u otra, superaron su estatus de autos “simples y en masa” a diseños que inspiraron a las marcas que llevaron estos trazos por décadas. Incluso hay casas motrices que aún usan esos diseños e inspiración, como es el caso de Renault.
Legado con tinta indeleble
No queda más sino decirle adiós a ese maestro del diseño italiano, alguien que trabajó toda su vida en constante evolución de su arte. No solo limitado a autos, también en espacios arquitectónicos, muebles e incluso maquinaria. El legado de su firma de diseño vivirá, así como los nombres Bertone, Zagato o Italdesign, mucho más allá de su muerte.
Con este breve elogio a su carrera, muchas gracias por todo Marcello Gandini. Uno de los grandes en esta pasión automotriz que muchos tenemos.