BYD o Build Your Dreams es una de las marcas automotrices chinas con mayor crecimiento en los últimos años, particularmente en Colombia. También es una de las más longevas, llegando al país hace más de 15 años con un modelo particularmente sencillo y algo anticuado: el Flyer. Casi dos décadas después el cambio de BYD parece de otro mundo, y este sedán eléctrico que aquí ve, el Seal, es la cúspide de esa transformación de “una marca más” a un fabricante respetado y reconocido.
Así pues, el BYD Flyer y el Seal eléctrico son dos caras de una misma moneda: la industria automotriz china. Que por cierto es la más grande de todo el mundo e inevitablemente se está tomando el mundo. La fórmula es simple: ofrecer vehículos a precios asequibles, forjar una clientela fiel e ir incrementando los niveles de tecnología, acabados y confiabilidad.
El sedán deportivo alemán… hecho en China
Si le suena familiar esta fórmula la aplicaron las marcas japonesas entre los años sesenta y ochenta; luego las marcas coreanas en los noventa y el nuevo milenio. China simplemente sigue el ejemplo que pusieron sus homónimos asiáticos, al grado que son una de las industrias líderes en vehículos eléctricos.
A diferencia del BYD Han que posee variantes híbridas, el Seal fue concebido para ser un carro 100% eléctrico. Hace parte de una nueva generación de modelos “oceánicos” de BYD, que dio inicio con el Dolphin y que recientemente recibió un tercer modelo, el Seagull.
El BYD Seal ofrece cuatro configuraciones distintas, y en Colombia recibimos la más potente. Esta tiene dos motores (uno por eje) y una batería de 82.5 kWh con arquitectura de 800v; conjunto que resulta en 523 hp, 670 Nm de par motor y una autonomía estimada de 520 km según el ciclo WLTP. Con esto el BYD Seal es capaz de un 0 a 100 km/h en 3.8 segundos, y una velocidad limitada a 180 km/h.
Cargado de tecnología
Lo que aquí ve es la respuesta de China a los sedanes lujosos de alto desempeño, como el BMW i4, Mercedes-Benz EQE y Porsche Taycan. La influencia de los dos últimos es clara en el diseño del Seal, usando una silueta en forma de gota aerodinámica, un frente afilado y una parte trasera corta. Sus luces frontales lucen un patrón en forma de ondas a cada costado, mientras que atrás encontramos una barra LED con pixeles que recorren toda la parte trasera.
Todo su techo es panorámico, encapsulando una cabina ubicada sobre sus 2.9 metros de distancia entre ejes. Adentro encontramos un derroche de tecnología, típico de las marcas chinas, ofreciendo una enorme pantalla de 15.6” capaz de rotar para tener una interfaz horizontal o vertical. La consola central ofrece dos puertos de carga inalámbricos y una zona para utilizar un dispositivo móvil como llave digital vía NFC.
Equipamiento adicional en línea con su intención premium incluye sonido de alta fidelidad Dynaudio, asientos con ventilación y calefacción; al igual que ajuste eléctrico, acabados en cuero, head-up display, aire acondicionado de dos zonas con purificador de aire, navegación y control crucero adaptativo.
Por el lado de seguridad el Seal ofrece todo tipo de asistencias al manejo, desde mantenimiento de carril, alertas de tráfico cruzado y punto ciego, frenado autónomo de emergencia, cámara 360° y seis bolsas de aire.
Digno de un sedán insignia para BYD
Como muchos vehículos chinos en estos tiempos, el BYD Seal sorprende por su amplio equipamiento y un precio asequible en comparación a vehículos comparables, como los ya mencionados EQE y Taycan. Es la estampa que identifica a marcas como BYD, y que les ha valido la confianza de muchos conductores en el país que optaron por las alternativas híbridas o 100% eléctricas de la marca.
El BYD Seal eléctrico nos sorprendió con ese equipamiento, promesa de desempeño e incluso acabados, que están a años luz de esos primeros modelos de la marca. Si bien las marcas chinas siguen provocando duda en muchos, van por la dirección correcta para “normalizar” su presencia en el mercado automotriz.
Precio y versiones
- BYD Seal Performance AWD 3.8S 2024: $250.000.000
