Ford prometió, y Ford cumplió, no importa que hayan pasado casi dos años, la pandemia siga viva en nuestros corazones, y haya una crisis automotriz y global como ninguna otra. Ni los dinosaurios pudieron evitar este acontecimiento, y aquellas lagartijas gigantes podrán correr, pero jamás esconderse de la todopoderosa Ford F-150 Raptor R. Así es, el V8 está de vuelta y mejor que nunca, para que queme fósiles a lo loco mientras atraviesa todo tipo de caminos.
¡A un lado RAM! Porque hay una nueva reina de las dunas, trochas y parqueaderos de centro comercial. Seamos honestos, a pesar de que estemos en una época donde la electrificación y las cero emisiones lo son todo, Ford no podía permitir que la 1500 TRX siguiera humillándolos. Dodge y RAM serán los reyes de los V8 enormes, pero Ford no necesita tanto desplazamiento para superarlos, ya que la respuesta a todo dilema que el Óvalo Azul encuentra tiene siete letras: MUSTANG.
700 equinos para ir cara a cara con RAM
Empecemos con algo que era un secreto a voces. La Ford F-150 Raptor R iba a usar un V8, y como pudimos comprobarlo, es uno de los propulsores que da vida al Mustang. De forma concreta, el V8 Predator de 5.2 litros supercargado de 760 hp que alimenta la furia del Shelby GT500. Pero, y nos duele tener que hacer esta aclaración, la Ford F-150 Raptor R tiene que ver como 60 equinos se pierden en el viento, ya que “apenas” cuenta con 700 caballos.
Con eso dicho, Ford recalibró a este propulsor para desarrollar más torque a bajas RPM que el GT500, gracias a un supercargador distinto. El torque se eleva de 847 a unos 868 Nm, para que quede claro que esta camioneta tiene el músculo suficiente para pasar por donde y sobre lo que sea. Sé que usted dirá “La RAM TRX es más potente” y es cierto, tiene la distinción de ser 2 caballos más potente y tener una pizca más de torque. Pero la Raptor R es 181 kg más ligera que su archienemiga de RAM, y ahí está la diferencia clave.
Ford también jugó con otros aspectos clave del motor, como un sistema de escape en acero inoxidable mejorado. La refrigeración también cambió, para que este rey jurásico respire con calma en las condiciones más extremas. Esto incluye al cárter y refrigeración del aceite, los cuales tienen más capacidad para igualar las prestaciones que se esperan de esta bestia. Algo que no cambia frente a la Raptor V6 es la transmisión, que sigue siendo automática de 10 marchas e incluye un diferencial electrónico en el eje trasero. Aunque hay un nuevo embrague, para administrar el poderío del V8.
La gloriosa suspensión Fox está de vuelta
No todo son rugidos V8 para la Raptor R, y vaya que sí que es ruidosa. Empecemos con las garras, digo llantas BF Goodrich todoterreno de 37″, claves para conquistar el terreno que se le ocurra. No puede faltar la aclamada suspensión de carrera Fox, con amortiguadores operados electrónicamente y un generoso despeje respecto al suelo de 33.2 cm, así como las defensas con ganchos de rescate y placas de desplazamiento. En esencia, la Raptor R es una camioneta de competencia para eventos de Baja, que casualmente es legal para circular en la calle.
De hecho, tenemos altas expectativas en torno a esta suspensión, una de las mejores que hemos probado aquí en FUEL, y eso fue con la “plebeya” F-150 Raptor V6 de 450 hp. Ford también amplió la capacidad del tanque de gasolina, no solo para extender la autonomía de la F-150 Raptor R, sino porque un V8 es considerablemente más hambriento que un V6 turbo.
Lujo para cazar dinosaurios
Estéticamente, la F-150 Raptor R es igual a su hermana V6, salvo por un minúsculo detalle. Si se acerca, verá la letra R resaltada en rojo en los costados, platón, parrilla frontal, capó y cabina. Ascendiendo a esta última, nos encontramos con asientos Recaro que lo cobijan con gusto a bajas y altas velocidades, y lo mantienen en su sitio al sortear todo tipo de obstáculos. Fuera de algunos acentos en fibra de carbón aquí y allá, su interior es igual al presente en cualquier otra F-150 o Raptor V6. Eso es, hasta que desata la furia contenida en el pedal derecho.
Como si fuera poco, el sistema de sonido Bang & Olufsen de 18 parlantes también está presente en la Raptor R. También un sinfín de comodidades y lujos para recordarle que en esta época, tener una pickup es sinónimo de un auto elegante y exclusivo. Sin embargo, usted y yo sabemos que lo que importa es lo que mueve a esta bestia, así como los elementos que le permiten pasar ríos, trepar rocas o sortear la nieve sin sudar una gota. Sólo imagine al Bronco Raptor con este poderío a su disposición.
Pero ya saben cómo dicen, de eso tan bueno no dan tanto. Así que aliste su billetera y su voluntad, porque la Ford F-150 Raptor R supera las seis cifras, en dólares. Su precio arranca en los $109.145 dólares, y eso es sin opciones ni nada por el estilo. Era de esperarse, con la situación global como está. Lo peor es que muchos concesionarios y vendedores cobrarán mucho más de lo que Ford sugiere. Así que no se sorprenda si ve uno de estos bebés por 150 o incluso 200 mil dólares.