Hay un nuevo “baby McLaren” en la pista y su nombre es 750S. Así como lo anticipamos hace un par de meses, McLaren se hallaba trabajando en un sucesor para la familia del supercar 720S, incluyendo al 765LT. Claro que en vez de ser un sucesor como tal, es una evolución de todo ese linaje para cerrar la brecha entre el Artura híbrido y el más exclusivo Speedtail.
No queremos decir que es un 720S con otro nombre. Es como su versión unplugged, como las épocas en las que MTV era sobre música. Si el McLaren 720S es un disco producido meticulosamente, entonces el 750S es una sesión musical sin filtros, con más corazón, explosividad y sonidos puros. Y para las pocas almas que podrán justificar el precio de uno de estos, sea coupé o spider, la diferencia en poder, agilidad y calidad se nota.
Mejorado en todo aspecto mecánico
Dejemos algo claro: el McLaren 750S no esconde que es una evolución de la familia 720. En su exterior nos topamos con un frente y aerodinámica activa similar, y lo mismo puede decirse del interior. Fuera de una trocha más ancha al frente (6mm) y un splitter frontal, no son muy notables los cambios.
Las mejoras entonces están por dentro, donde prácticamente todos los sistemas mecánicos fueron mejorados de alguna forma u otra. Iniciando con el peso, ya que McLaren utiliza materiales más ligeros para ahorrar 30 kilos, para un total que está alrededor de los 1.400 kg. En parte gracias a sillas en fibra de carbono más ligeras, que valen por un par de décimas en la pista. Aunque con partes más livianas opcionales el 750S coupé se acerca a los 1.276 kg
McLaren dota al 750S de su más reciente sistema Proactive III que gobierna la estabilidad de chasis y suspensión ahora con componentes más ligeros, resultando en un manejo más preciso, nos dice McLaren. Los frenos heredan partes del extremo McLaren Senna con discos en carbono-cerámica, la dirección sigue siendo hidráulica porque “es más precisa y comunicativa” y el alerón trasero posee una mayor superficie. Al final del día McLaren quiere que maneje uno de estos con gusto, y no solo se limite a acelerar en línea recta.
Rugido del V8 afinado
Como todo lo demás, el motor es una evolución del 720S. La unidad V8 de 4 litros goza de más PSI en sus dos turbo, elevando el poder a 740 hp (o 750 PS) y 800 Nm de torque, 30 equinos y Nm más que el 720S. McLaren es enfático en decir que el motor tiene mejor respuesta en aceleración, gracias a un conjunto de pistones ligeros y cambios en el escape. Este último suena más agresivo, ya que McLaren optó por un escape central único, justo como en el supercar P1.
Con todo esto bajo la piel, junto a la misma caja secuencial de 7 marchas con reglajes revisados, el 750S acelera de 0 a 100 km/h en 2.9 segundos, sin importar si tiene techo o no. La velocidad tope es de 331 km/h, suficiente para divertirse o meterse en problemas. Al menos ganará más carreras que McLaren en F1 este año.
Comodidades suficientes, pero lo que importa es conducir
En el interior no mucho cambió, en parte porque McLaren se casó con una solitaria idea en cuanto a sus interiores y no la ha querido alterar. Ahora el clúster de instrumentos es digital, y una pantalla vertical de 8” provee todo el entretenimiento virtual que necesita. ¿Lo ve? McLaren no le apuesta a pantallas copiosamente grandes, porque lo que importa en cualquier auto, supercar o no, es el enfoque en la conducción.
Otros extras incluyen una ventana extra para ver el motor desde la cabina, para aquellos que les gusta admirar ese tipo de cosas. El eje delantero puede levantar el frente del 750S en menos tiempo para sortear obstáculos y ahora hay sonido Bowers & Wilkins en la cabina. ¿Recuerda que le dijimos que pocos accederán a un 750S? El precio de 330.000 USD para el Coupé y 352.000 USD para el Spider contribuyen a esa exclusividad.
