Preste atención, porque esta es la única forma que existe en el mundo de creerse Batman y tener su propio Batimóvil. Lo escucho, existen otras formas pero ninguna tan única y extrema como esta. Es el McMurtry Spéirling, un auto eléctrico tan complicado como su nombre lo sugiere que solo tiene un propósito en la vida: ser un absoluto cohete.
El McMurtry Spéirling (trate de decir ese nombre cuatro veces sin equivocarse) sorprendió al mundo en la edición 2022 de Goodwood. Allí este auténtico bólido sorprendió con su aceleración irreal que resultó en el nuevo récord en el evento Hill Climb de Goodwood, completando el corto segmento en apenas 39 segundos. Si quiere ver como se derrite su mente, trate de comprender la velocidad a la que viaja este cohete con ruedas en el video a continuación.
De otro planeta
En su momento los creadores del McMurtry Spéirling (hasta escribirlo es difícil) expresaron interés en producirlo y venderlo al público. Tal vez no en la configuración extrema que llevaron a Goodwood, pero sí muy cercana. Un año después se hace realidad y lo único que necesita es un millón de dólares en su cuenta. Fácil, ¿no?
La versión de calle, en gigantescas comillas, se denominará Pure y estará limitada a una serie de 100 ejemplares, que será presentados de forma oficial en esta edición de Goodwood (2023). Si su apariencia no lo dice, la cabina solo para una persona es claro indicador de su uso solo para circuitos. El truco del Spéirling no está en sus dos motores eléctricos, que producen 1000 caballos de potencia, sino en su tamaño compacto, falta de peso y aerodinámica que haría sonreír de oreja a oreja a Gordon Murray.
Como el infame Brabham BT46 fan car, el McMurtry Spéirling tiene dos túneles aerodinámicos o “ventiladores” en la parte trasera. Estos literalmente succionan el aire y pegan al auto al pavimento y producir hasta 2 toneladas de carga aerodinámica. Ojalá el Spéirling venga con advertencias auditivas, porque esos dispositivos generan un ruido equivalente a un avión despegando. Todo en un vehículo más corto que un city car como un Kia Picanto.
El verdadero Batimóvil
El espíritu del Spéirling es ser una bestia en las curvas, gracias a su conjunto aerodinámico y peso inferior a una tonelada. Aun así, McMurtry considera que es capaz de exceder los 310 km/h, aunque la cifra de 0 a 100 km/h en 1.4 segundos será más conservadora en el modelo de calle. McMurtry dice que optimizó sus baterías de 60 kWh para que sean más rápidas de cargar (20 minutos) y sean fáciles de usar por cualquier persona.
Este es un juguete para la pista que rara vez circulará por la calle, pero técnicamente podrá hacerlo. Eso sí, McMurtry prefiere que esos 100 afortunados en adquirir uno lo usen en el circuito, donde el Spéirling es capaz de brillar. Si todo sale bien la marca comenzará producción en 2024 y empezará a entregar sus primeras unidades en 2025.