Así es, el tercer modelo más popular en toda la historia de Stuttgart y, en este caso, Leipzig, es otro SUV. Con el éxito del Cayenne, el modelo más vendido en la historia de Porsche, no es sorpresa que el Macan esté en el podio y ya alcance el millón de unidades producidas. Antes de que se lo pregunte, claro que el 911 está en segundo lugar; así le haya tomado seis décadas superar el millón de ejemplares.
Las comparaciones son odiosas, pero a Porsche le tomó doce años nada más superar el millón de ejemplares producidos de su Macan. Es innegable la importancia del 911, los valores que representa y su estampa como la figura de Porsche, pero gracias al volumen de ventas que representan los Cayenne y Macan permiten que Stuttgart y Zuffenhausen tenga libertad para desarrollar y lanzar todos los 911 que ellos quieran.
De Leipzig para el mundo

Aunque Porsche gusta de mantener todas sus instalaciones cerca, en el área de Zuffenhausen donde residen, la expansión es inevitable. Su conexión con el Grupo VW les permite acceder a plantas de manufacturación en Eslovaquia, Malasia y China, por ejemplo.
Leipzig, si bien lejos de Stuttgart, sigue siendo en la “madre Alemania”. Abierta en el año 2002, allí comenzó parte de la producción del Cayenne y luego el Carrera GT, en números limitados. Las instalaciones crecieron en 2009 para acomodar el ensamble del Panamera y, desde 2013, se convirtió en la casa del Macan. Y un dato curioso, cada ejemplar de ese millón de Porsche Macan se ensambló exclusivamente en Leipzig.
Del motor turbo a la era eléctrica

Porsche lanzaría el Macan a finales de 2013 en el Salón de Los Ángeles, generación que aún sobrevive y se produce hoy en día para mercados selectos. Más que ser un “Cayenne junior” (o Cajun), es un SUV deportivo y compacto de respetar, más cercano a un Boxster o Cayman con cinco puertas y más espacio, pero sin demasiada exageración.
Siempre con motores turbocargados, sean V6 o 4 cilindros, el Macan es un Porsche hecho y derecho. Por algo su primera generación ya excede los 10 años y bien podría extenderse más. Sin embargo, el Macan dio el salto eléctrico en 2024, con una adaptación importante a la planta de Leipzig para acomodar su nueva plataforma y naturaleza electrificada. Apropiado, ya que aquí nació el Cayenne híbrido, primero de la marca, al igual que los Panamera híbridos.
Millonésimo eléctrico

El ejemplar que tiene el honor de ser el “número un millón” es un Porsche Macan 4 eléctrico, equipado con baterías de 100 kWh, arquitectura de 800 voltios y la plataforma PPE de Audi-Porsche. Lo mueven dos motores (uno en cada eje), entregando una potencia máxima combinada de 402 caballos y 650 Nm. Suficiente para ir de 0 a 100 km/h en 5 segundos y los 220 km/h (limitados).
Este ejemplar en particular luce un color azul “frozen” metálico, una cabina color negro con gris ataviada en cuero, butacas tipo cubo y rines bitono. Fue entregado a un cliente en Alemania, quien tuvo el gusto de conducir su Macan en la pista de pruebas de Porsche en Leipzig, además de recoger personalmente su “auto histórico” en la fábrica.
Hoy la fábrica produce motores a combustión, híbridos y completamente eléctricos, tres caminos que parece que el Macan seguirá. Porque, además de ser eléctrico, una segunda generación con motor a combustión estaría en el horizonte. Quizá aquella nueva versión tenga el gusto de ser el Macan dos millones, tal vez en una década o en cinco años, ¿quién sabe?
