La marca checa apareció de la nada con un anuncio importante sobre su futuro. Todo después de que Volkswagen les delegara la tarea de desarrollar el último motor a gasolina del Grupo, el EA211 Evo, y seguramente incluirá combustibles sintéticos. Aun así, el futuro de Škoda será eléctrico, y la marca nos dió un adelanto de sus siguientes modelos de esas características hasta 2026, al igual que la silueta del próximo Superb sedán y la SUV Kodiaq.
Esto es lo que se conoce como una proyección o mapa a seguir por la marca en los próximos tres a cuatro años. En total serán 10 vehículos, entre actualizaciones, nuevas generaciones y modelos 100% nuevos los que compondrán estos tres años de Škoda. La misma marca lo pone en términos simples: los eficientes y populares motores a combustión tendrán su sitio en el portafolio de Škoda, junto a la hibridación y alternativas 100% eléctricas.
Škoda cree en el motor a gasolina
Iniciamos este adelanto de los planes de Škoda a 2026 con los primeros modelos en llegar: el Superb y Kodiaq. Ambos nombres tendrán una generación totalmente nueva, que se presentará este año y usará motores a gasolina, diésel e híbridos enchufables o ligeros. Estos dos se consideran los modelos “tope de gama de Škoda”, y le inyectarán nueva vida a su portafolio al menos durante lo que resta de la década. Por cierto, Skoda insiste que el Superb sedán es un hatchback, y si su compuerta trasera abre en su totalidad (con el vidrio) entonces tienen razón.
Junto a estos dos lanzamientos, Škoda presentará una actualización de los actuales Scala, una station wagon basada en el Fabia y Volkswagen Polo; al igual que el crossover Kamiq que es hermano del SEAT Arona y Volkswagen T-Cross. Seguramente estos dos modelos incluirán hibridación ligera como gran novedad. Algo a destacar es que el Superb, Kodiaq y Kamiq son del mismo linaje de los últimos modelos que Volkswagen planea tener con motor a gasolina: el Passat, Tiguan y T-Roc.
La ofensiva eléctrica
Ahora el futuro, porque el adelanto no solo es el nuevo Škoda Superb y Kodiaq, sino también un par de nuevos nombres y modelos de aquí a 2026. El primero en debutar será un nuevo SUV compacto, al que Škoda ya nombra Elroq. Será 100% eléctrico y seguramente compartirá ADN con el Volkswagen ID.4/Ford Explorer EV, a juzgar por su silueta y dimensiones (4.5 m de largo). Su tarea será reemplazar al Karoq y emergerá en 2024.
El siguiente en línea sería el Enyaq iV, modelo el cual recibirá una actualización (o facelift) completa hacia 2025 en sus variantes SUV y Coupé. Lo seguirán están los modelos Combi y Space, ambos inspirados en el concepto Vision 7S que sirvió como debut de la nueva imagen de Skoda. Ambos serán vehículos familiares con 4.7 a 4.9 metros de largo, llegarán en 2026 y seguramente serán las versiones eléctricas del Superb/Octavia y Kodiaq.
Finalmente está el mas interesante de todos, un vehículo de entrada estilo hatchback-crossover que costará 25.000 euros y debutará en 2025. ¿Dónde habremos escuchado esto? Este se producirá en la planta española de Volkswagen y seguramente será el compañero de producción del ID.2all, enfocado a ofrecer un verdadero modelo eléctrico para las masas.
Ahí lo tiene, el futuro de Škoda. Y si la marca decide enfocarse (de nuevo) en un segmento más asequible y popular por debajo de Volkswagen, con motores a gasolina y eléctricos, probablemente experimenten un resurgir no solo en Europa sino en Latinoamérica, donde la marca checa se recuerda con cariño.