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Es oficial: la plataforma ya está empacando maletas y sí o sí Uber se va de Colombia. Al menos por ahora. La decisión, anunciada a mediodía de hoy, es una consecuencia del fallo al que llegó la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) en diciembre. Como reportamos el mes pasado a la SIC le llovieron críticas por esta decisión y hoy el ambiente se pone todavía más álgido. No es para menos, pues la decisión es bastante controversial…

Mientras unos vuelan, otros echan para atrás.

La medida entrará en vigor el 1° de febrero a las 0:00 horas y seguramente causará todavía más polémica. Uno puede amar u odiar a Uber, pero es imposible negar que la plataforma es un fenómeno global y un gigante económico y tecnológico. Sin ir tan lejos, hace pocos días reportábamos cómo Hyundai planea asociarse con Uber para desarrollar vehículos aéreos y su visión de la ciudad del futuro. Irónicamente, mientras Uber y Hyundai piensan en volar, Colombia echa la plataforma para atrás. Hay que mencionar que Uber ha causado polémica otros países y su operación se ha restringido en Italia, Francia, Alemania, Hong Kong y está totalmente prohibida en Dinamarca, Hungría y Bulgaria.

Sin embargo, Colombia es el primer país de América en prohibirla completamente. La principal queja respecto a la aplicación es que precariza las condiciones laborales de los conductores asociados a ella, crítica que aplica para todos los negocios de la así llamada gig economy como Uber, Lyft y Rappi.  Y si bien esto puede ser perfectamente cierto en lugares como California o Alemania, no lo es tanto en un contexto como el colombiano. Basta comparar las condiciones de un conductor de Uber con las de un taxista promedio para entender que acá las cosas no son tan graves como lo son en otros países.

¿Competencia desleal?

El gremio de taxistas que llevó a Uber ante la SIC argumenta que la aplicación compite de manera desleal pues los conductores de Uber no pagan los mismos seguros e impuestos que ellos. Esto es parcialmente cierto. Si bien un taxi paga, por ejemplo, un SOAT más costoso, no quiere decir que un Uber no pague SOAT y la aplicación afirma que ha pagado más de 70,000 millones de pesos en impuestos. Puede que las condiciones no sean exactamente las mismas, pero esto conduce a una pregunta. ¿No hubiese sido más justo igualar las condiciones mediante regulación que prohibir completamente el servicio?

Curiosamente, y en contraste con otros países, la opinión pública parece estar del lado de Uber en Colombia pues el descontento hacia el servicio de taxis en nuestro país es algo generalizado. Eso, en buena medida, fue una de las causas del auge de aplicaciones como Uber y Beat. Un Uber nunca pregunta a dónde va uno, nunca cobra algo distinto a lo que dice la aplicación y no lo recoge a uno en un Atos engallado lleno de car audio y con espirales recortados.

La discusión, como siempre, no es algo de blanco y negro. Cabe aclarar que el servicio de Uber Eats se mantendrá en el país, pero en lo que respecta al servicio de movilidad la decisión de la SIC parece ser definitiva. Pese a que Uber se va de Colombia, anunciaron que seguirán luchando para apelar el fallo. Llegará febrero y veremos qué pasa, pero con el ambiente como está, las cosas lamentablemente solo van a empeorar para los usuarios…

Alejandro Ramirez Pulido
Redactor Web de la revista Fuel, corredor amateur y bicho raro de tiempo completo.

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