Finalmente llegó el día, en el que uno de los modelos más exitosos de Toyota se renueve. Sin duda, la Toyota RAV4 es de las camionetas más vendidas de la marca, principalmente en Norteamérica y para 2026 llega con un diseño completamente nuevo, una evolución que será exclusivamente híbrida, abandonando por completo los motores a combustión convencionales.
Es una señal de la dirección que toma el mercado automotriz. Si regresamos a los años noventa, la RAV4 ayudó a cimentar la popularidad de los crossovers, incluso sirviendo como uno de los primeros vehículos eléctricos de Toyota. Y aunque es un rediseño mayor, este enfoque híbrido de la nueva RAV4 tiene el objetivo de mantener ese legado y estar muy por encima de otros rivales similares, como la Ford Escape, Honda CR-V, Mazda CX-5 o Nissan X-Trail.
Evolución, pero con muchos cambios

Lo que aquí ve es aún la sexta generación de la RAV4 que debutó en 2018. Sin embargo, su plataforma TNGA-K fue rediseñada por completo, con mejoras en la rigidez del chasis, su construcción, los anclajes de la suspensión y en su capacidad para reducir vibraciones y sonidos externos.
Otra novedad importante (que veíamos venir) es que la Toyota RAV4 2026 ahora es exclusivamente híbrida. El motor 2,5L de 4 cilindros ciclo Atkinson reemplaza por completo las otras opciones de 2 y 2,4L. Será híbrida convencional (HEV) y enchufable, con más alternativas. En caso de un “full hybrid”, Toyota ofrece a la RAV4 con motor frontal y 226 hp; o dos motores y tracción integral para una potencia combinada de 236 caballos.
La versión enchufable tiene baterías más eficientes, carga rápida y una autonomía 100% eléctrica de 80 km. La potencia combinada de sus tres motores asciende a 321 equinos, convirtiéndola así en uno de los vehículos más potentes en el portafolio de Toyota.
Nuevo rostro, plantilla similar
En materia de dimensiones, la RAV4 no cambió mucho. Mide 4,6 metros de largo, firmemente ubicada en el segmento C-SUV. Pero su frente algo anticuado da paso a una fascia más ruda e imponente, con luces en forma de C, nervaduras y pasos de rueda marcados sobre el capó, una parrilla que varía de acuerdo a la versión y detalles más rudos, los que veríamos si se tratase de una Land Cruiser o algo por el estilo, con un aura que recuerda a la Corolla Cross.

Atrás emerge una barra LED con las luces de freno, casi integrada a la ventana posterior, para darle un toque de elegancia a la RAV4. Además de las típicas variantes SE, XSE y Limited, con el diseño más “tradicional”, la RAV4 tiene dos versiones más definidas. Una es la Woodland con tintes aventureros, más apliques en plástico, LEDs integrados en la parrilla y suspensión más capaz; mientras que la segunda es la GR Sport. Modelo que ya detallaremos en otro artículo.
Muy a pesar de su misma plantilla y dimensiones, Toyota casi que justifica llamar a esta RAV4 una nueva generación, más allá que una continuación. Su diseño, si bien en línea con lo que ofrece Toyota, le da un respiro merecido a la RAV4, definiéndola más como un SUV maduro y con toques juveniles, sin caer en demasiada agresividad o en un estilo conservador.
Las novedades por dentro
Luego está su interior, claramente mejorado y dejando atrás algunos elementos anticuados para el conductor promedio, como el panel de instrumentos digital. Una interfaz táctil de 10,5 o 12,9” domina el centro del tablero, mientras que frente al piloto hay una pantalla de 12,3”.

Bajo la interfaz táctil encontramos botones y perilla físicos, una consola central con un selector de marcha más compacto, puertos USB-C y carga inalámbrica. La pantalla estrena el software Arena de Toyota, con una nueva interfaz gráfica, controles del aire integrados y actualizaciones en línea. Además, la RAV4 estrena el sistema Safety Sense 4.0 de asistencias más precisas.
Tela, cuero sintético e incluso gamuza componen los acabados, la cabina es más espaciosa y hasta el baúl pasa de 733 a 749 litros. Son mejoras de pies a cabeza, así la RAV4 en esencia sea la misma de 2018. No obstante, con la popularidad de este SUV en Norteamérica y Europa, al igual que China donde tiene otro nombre, Toyota apostó por una jugada segura para que la RAV4 mantenga su estatus y posición en las listas de más vendidos.
