Mansory es una firma de tuning poco ortodoxa. Y con “poco ortodoxa” queremos decir: completamente loca. Lo discreto o el buen gusto salen por la ventana, porque todas las máquinas de esta firma son excéntricas. Y pues cuando se tiene acceso a modelos de Lamborghini, McLaren, Porsche, Tesla, entre otros, ¿Por qué no dejarse llevar por la imaginación y el presupuesto? Su más reciente creación es el Mansory Stallone GTS, un Ferrari 812 que parece más un agresivo auto de carreras que un exótico del Cavallino Rampante.
El Semental Italiano
En las oficinas de Mansory vieron el delicado diseño del Ferrari 812, y exclamaron en alemán “eso no es suficiente”. Así que subiendo el volumen a 11, le dieron un makeover total al 812. Una nueva capa de pintura, color Daytona Grey con acentos azules, un bodykit completo en fibra de carbono con el obligatorio alerón gigante en la parte de atrás y nuevos rines. Con el nombre Stallone, les faltó colocarle armas al 812, al estilo Rambo.
Aunque de hecho sí instalaron un arma, bajo el capó. El motor V12 del Ferrari 812 también recibió el toque mágico de Mansory, elevando la potencia de 789 a 830 caballos y 740 Nm de torque. Gracias a esto el Stallone GTS es capaz de alcanzar los 345 km/h y lograr el sprint de 0 a 100 km/h en sólo 2.8 segundos. Una mejora respecto al 812 “regular” que apenas alcanza 340 km/h y consigue los 100 km/h en 2.9 segundos.
El interior también recibió un cambio extremo, con un nuevo revestimiento de cuero color azul eléctrico con acentos blancos. Esta nueva tapicería es aplicada a los asientos, tablero de instrumentos, volante y parales. Digamos que, al verlo, entendemos que el estilo de Mansory no es para cualquiera, y definitivamente es un gusto adquirido … para quienes pueden permitírselo.
Aún no hay información sobre el precio, pero no se nos haría raro si supera el medio millón de dólares. En resumen, la decisión se reduce a un Stallone GTS, o el 812 Superfast. Ahí le dejamos esa inquietud, para que le eche cabeza.
