El BMW M4 Competition es un vehículo de muchas fortalezas y cualidades, pero tal parece que su desempeño es un poco… digamos extremo para su propio bien. La publicación española km77 puso a prueba todos y cada uno de los detalles del BMW M4 Competition, incluyendo la infame “prueba del alce”, o moose test; esta consiste en probar los límites de un vehículo a la hora de realizar una maniobra evasiva. Para ponerlo de forma directa y franca, el M4 Competition se rajó en la prueba, al menos comparado con otros deportivos de igual o más altas prestaciones.
Muy agresivo para su propio bien
La prueba del alce surgió en Suecia hacia la década de los años setenta. Pero fue en los años noventa que la prueba se popularizó y recibió el nombre en referencia al alce, cortesía de un medio alemán. El Mercedes-Benz Clase A falló, de manera bastante espectacular, el test, obligando a la marca a invertir millones en mejoras para el modelo. Desde ese incidente bastante popular se le conoce como moose test, y aún se mantiene como uno de los estándares más estrictos para probar la seguridad de un auto. km77 es uno de esos medios que no sólo continúa realizándola, sino que también siguen un estándar universal y estricto para todos los vehículos.
Ahora, como tal el BMW M4 Competition no falló catastróficamente el moose test, pero sí tuvo un desempeño pobre para ser semejante auto deportivo y premium. Si bien en su reporte a fondo del M4 los elogios no sobran, en especial por su aceleración y el factor diversión; tal vez la potencia y tracción trasera del BMW son demasiado extremas para su propio bien. El primer intento del moose test por parte del BMW M4 resulta en un fallo, con cantidades gigantescas de oversteer (sobreviraje) a 78 km/h. Nada ideal si se va a velocidad de carretera y se necesita esquivar algo. El control de estabilidad, que estaba activo, no tuvo oportunidad de aplomar la dirección del M4.
¿La segunda es la vencida?
La pasada más “limpia” del M4 en la prueba ocurrió a 76 km/h, y aún así el eje trasero perdió tracción, resultando en sobreviraje pronunciado. Tal parece que las llantas traseras del Bimmer gustan de derrapar, lo que es divertido en una pista o en un ambiente controlado, pero no en condiciones de manejo en ciudad o autopista. En ese sentido, km77 confirma la sospecha, declarando que el M4 no es el mejor Serie 4 para manejar en la calle, dada la agresiva configuración de sus asistencias electrónicas y la tendencia a derrapar fácilmente. Lo que está bien en manos experimentadas, pero alguien sin la experiencia o la pericia para conocer y anticipar estos detalles, bueno, digamos que les iría peor que un Mustang en cars and coffee.
A lo mejor usted está pensando “76 km/h no está mal para una maniobra evasiva”. Y en realidad, no lo es. Lo que preocupa es la facilidad con la cual el M4 Competition derrapa, aún en situaciones de velocidad normal. Además, otros autos deportivos se comen vivo al M4 en la misma prueba. Para que compare, El Ford Focus, Kia Stinger y Tesla Model 3, puestos a prueba también por km77, superan con facilidad la prueba a 83 km/h.
Ahora, no tome esto como un intento para vilificar al M4. Es claro que BMW configuró al Competition para ser un monstruo en la pista, a la vez que es divertido y permite derrapar con mucha facilidad. Por tal motivo, el M4 pasa “raspando” la prueba. Así que, si está considerando un M4 Competition, tal vez primero deba conocer el alcance de sus propias habilidades antes de disfrutar plenamente este Bimmer. Que la novatada no termine en una vergüenza y una factura en el taller cara. O peor aún, en una tragedia.
