¿De qué forma celebran los estadounidenses? Además claro de juegos pirotécnicos, imágenes de águilas, cerveza y ametralladoras. ¡Con motores V8 y grandes sobrealimentados! Justamente esa fórmula adopta este Shelby Mustang GT500, que pasó por las manos de Hennessey para celebrar que esta actual generación (S550) va de salida y deja un legado enorme enfrente.
Claro que no fueron los únicos en ofrecer una “versión final” del Ford Mustang o de su variante GT500, porque a Hennessey se le adelantó Shelby con una bestia completamente ridícula. Claro que este preparador no quiso ser menos y además de forjar su propio potro endemoniado (cuyo nombre es Venom 1200), le aplicaron un poco de estilo para recordar el legado de Carroll Shelby y Ken Miles.
Víbora infernal
El “veneno” de esta víbora proviene de un supercargador (o sobrealimentador) de 3.8 litros que reposa sobre el V8 del Shelby GT500. Aquel motor Predator en condiciones normales de fábrica produce unos enormes 760 hp; pero esos son números infantiles y ridículos para Hennessey. ¿Qué le parecen 1204 caballos rugiendo a paso rabioso y humillando a cualquier otro auto que se le oponga? Porque justamente eso es lo que consigue Hennessey.
Claro que todo ese poder tiene un asterisco, ya que el V8 necesita E85 corriendo por sus venas para alcanzar tan mágica cifra, al igual que un torque de 1223 Nm. ¿Quién necesita tanto poder? Nadie, pero esto es Norteamérica, tierra de la libertad y de quemar llanta en el cuarto de milla. Para sustentar esa potencia, el motor también recibe un sistema de inyectores e inducción nuevo, así como una transmisión secuencial doble embrague de 7 marchas recalibrada.
Homenaje al legado de Carroll Shelby
Además de un sutil bodykit con aerodinámica retocada, un alerón y capó en fibra de carbón, el monstruo de Hennessey no difiere mucho de un Shelby Mustang GT500 estándar. Aunque la idea es que vaya en línea recta, el GT500 también es hábil en las curvas, gracias a su suspensión de alto desempeño. Ahora, ¿qué tan eficiente es al llevar 1204 equinos a las ruedas traseras? Esa es una duda que Hennessey no aclara, incluso con llantas más deportivas.
Como todo en Estados Unidos, si es ruidoso y rápido en línea recta, nada más importa. La cereza en el pastel de este depredador está en su aspecto, que usa el famoso número de Carroll Shelby (98) y un diseño inspirado en el Ford GT40 con el que Ken Miles ganó las 24 horas de Daytona. Quizá es algo excesivo, pero considerando el homenaje que representa esta serpiente, considero que es apropiado.
Hennessey planea construir 66 de estas bestias, por la módica suma de 60.000 USD. Antes de que crea que es una ganga, eso no incluye el costo del GT500 que será modificado para traer a la vida tanto poder, y tendrá suerte si encuentra uno por menos de 80.000 USD. Al final del día es más asequible que un Ferrari o algo así, y si lo suyo es el patriotismo y todo lo que representa la palabra Mustang, no dude en desatar la ira de este potro en la autopista.
