Luego de dos, casi tres años de desarrollo el Porsche Macan eléctrico 2024 hace su entrada triunfal y solo hay una manera de describirlo. Es una completa revolución en función, pero con una forma tan atemporal y clásica que será difícil diferenciar a simple vista al nuevo y viejo Macan. Existe un término para esa filosofía de diseño, se llama atemporalidad.
¿No me cree? El presente Macan a gasolina, el cual vivirá al menos a lo largo de 2024, ostenta el mismo diseño desde hace 10 años. Y aún así, su apariencia es moderna, contemporánea e innegablemente Porsche. Para el nuevo Macan lo que hizo Porsche fue mantener su silueta curvilínea de “Cayenne Coupé light”, instaló tintes modernos de Taycan y aerodinámica activa. Diseño satisfactorio para durar otra década sin muchas revisiones.
Revolución bajo la piel
Porsche nos presenta dos sabores del nuevo Macan eléctrico para 2024: la versión “de entrada” Macan 4 y el Turbo. Ambos estrenan la nueva arquitectura PPE (Premium Platform Electric) de Audi-Porsche, con todos los juguetes y tecnología absurda típica de los ingenieros de Porsche.
Para empezar, Porsche dividió en dos su batería de 100 kWh, cada mitad con una arquitectura de 400v. Si lleva las cuentas, juntas forman una batería de 800v. Tal división permite una carga más eficiente, recuperando un 80% de carga en 21 minutos si se usa corriente directa de 270 kW a su conector CCS tipo 2.
Porsche asegura que los motores por sí solos pueden recuperar hasta 240 kW de energía adicional durante la conducción. Según el ciclo WLTP, el Macan 4 tiene jugo suficiente para recorrer 617 km; mientras que el Macan Turbo roza los 590 km.
Peso pesado con la agilidad de un 911
Este núcleo de energía avanzado alimenta los dos motores eléctricos del Macan, capaces de producir 402 hp en el Macan 4, o 630 equinos si opta por el modelo Turbo. Como resultado el Macan “normal” va de 0 a 100 km/h en unos notables 5.1 segundos; con el modelo Turbo completando el mismo registro en unos ridículos 3.3 segundos, lo cual ya es territorio de Taycan y 911.
No hay dudas de su batería eficiente y aceleración, ¿qué hay del resto? Bueno, Porsche usó su túnel de viento para crear una silueta a medio camino entre un cupé y un SUV, con un alerón desplegable, tomas de aire con aletas activas y un coeficiente aerodinámico de 0.25. Ello, junto a una suspensión neumática con amortiguadores de doble válvula, torque vectorial y diferencial electrónico hacen del Macan una fuerza a tener en cuenta en las curvas.
Podrá ser pesado y eléctrico, pero sigue siendo un Porsche con los tintes prácticos de un SUV y la agilidad de un 911. Otras nimiedades que contribuyen a esa percepción son dirección en los ejes traseros, bajo centro de gravedad y un control de tracción que mitiga el patinado de las ruedas cada 10 milisegundos.
R(EV)olución
Evolución, esa es la mejor palabra para describir el nuevo Macan, en contraste a su derroche tecnológico. Los diseñadores de Porsche cada vez que crean un nuevo modelo ponen todos sus esfuerzos en a) que ese modelo sea atractivo y reconocible como un Porsche y b) que su diseño se mantenga fresco y fácil de adaptar a nuevas generaciones.
Si me lo pregunta a mi, el Macan se robó el alerón y barra LED trasera de un Panamera; al igual que las luces frontales de un Taycan. El resultado es un Macan que luce como lo que se espera de un Macan, pero con pequeñas diferencias para lucir como sus hermanos y decir que es nuevo. Su musculatura disimula bien sus 4.7 metros de largo, con 2.9 m entre ejes que suponen un incremento de 86 mm respecto al anterior Macan.
Detalles a resaltar incluyen un baúl frontal (84 lt) que abre con sensores, rines de hasta 22”, apliques de color negro o fibra de carbono en su exterior y el paquete Tungsteno para los modelos Turbo.
Indiscutiblemente… es un Porsche
La cabina es una evolución y revolución a la vez. Evolución porque es la misma que debutó en el Taycan y luego Cayenne y revolución porque representa un salto enorme frente al anterior Macan. El cuadro de instrumentos es digital y es heredado del Taycan, el selector de marcha ahora se encuentra entre este y el entretenimiento de 10.9”, firmado por Android.
Una tercera interfaz de 10.9” aparece frente al pasajero como en el Cayenne, oscurecida a la vista del conductor. La cabina preserva controles físicos sobre la consola central y volante, con un fino balance entre deportividad y elegancia. Dos novedades son un head-up display con realidad aumentada e iluminación ambiente a lo largo del tablero, que dobla como un indicador visual del bajo estado de carga o de los sensores de proximidad.
De nuevo, el Macan eléctrico 2024 es una completa revolución tecnológica para Porsche, pero con el clásico estilo que caracteriza no solo al Macan sino al resto de Porsche. Compartirá escenario este año con el Macan a gasolina por un año más, con un salto en precio que lo ubica sobre los $80.000 USD, o 110.000 USD para el poderoso modelo Turbo y sus 1.130 Nm de par.
