Ford-Ranger-F-150-Raptor
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Alguna vez ha pensado que Dios se queda en el cielo porque le tiene miedo de lo que es capaz su creación, la raza humana. Creaciones como esta son la razón tras ese cuestionamiento filosófico. Lo raro no es ver autos que reciben cirugías plásticas tan extremas para parecer otra cosa, sino que el dueño de esta Ford Ranger no se le ocurrió otra cosa que pedir transformarla en una F-150 Raptor. Sabemos que los autos están caros pero, ¿no era más fácil comprar una Raptor de verdad?

Como reza el dicho, “confunde y reinarás”. Nuestra intención no es enviarle malas vibras al preparador que hizo esta modificación. Es más, considerando las circunstancias es una transformación lograda de forma muy competente y, nos arriesgamos a decir, exquisita; por algo apareció en Fierros Colombia. El problema está en los gustos cuestionables de quien comisionó este proyecto, porque lo más grave no es que esta Ford Ranger tenga frente de F-150 Raptor.

Gran ejecución, gusto cuestionable

Fivres o Fivres Car es una compañía que lleva décadas en Colombia. Muchos la recordarán por crear las cabinas de diferentes camperos o 4×4, como el Chevrolet Trooper, Mitsubishi Montero o Toyota Land Cruiser. Es una compañía que sabe lo que hace cuando instala accesorios y elementos a camionetas de todo tipo.

Ellos son los responsables tras la transformación de una Ford Ranger en F-150 Raptor. Todo inició con una Ranger con el capaz motor diésel Lima de 3.2 litros y 197 caballos, que tiene suspensión más capaz y ahora cauchos mud-terrain con rines de 20″. De nuevo, el aspecto técnico y acabado de esta conversión es bastante bueno, y al ojo no entrenado pasa como un modelo real. Tal vez es porque todas las camionetas de Ford comparten un frente rudo y cuadrado que se adapta fácilmente. Es mejor que aquella conversión de una Hilux a una Land Cruiser ochentera.

¿Sabe algo? La conversión hubiese tenido más sentido a una Ranger Raptor real, o el nuevo modelo que se ve bastante intimidante.

El problema está en las decisiones estéticas que prefirió el dueño de este vehículo tan peculiar. El tono anaranjado brillante, los faros LED oscurecidos con un patrón extraño, el enombre logo F-150 en los costados que no engaña a nadie. Y el interior, lleno de cuero encendido como la carrocería. Lo peor son sus luces LED tras la parrilla que imitan los faros de emergencia de una ambulancia o patrulla. Algo como eso debería ser ilegal aquí, y de hecho lo es en algunos países.

¿Valió la pena?

Al final del día esta transformación se resume en unas sencillas palabras: excelente ejecución y acabado, pero muy mal gusto del dueño. Tampoco queremos atacar directamente a quien considera esta camioneta como su “consentida”; después de todo en el mundo automotriz existen todo tipo de proyectos y modificaciones afinadas al gusto de cada quién.

Solo que nos parece más fácil comprar una Ranger Raptor de verdad, que sin modificaciones es una máquina excelente. O una F-150 Raptor usada, hay más de las que cree en el país.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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