Para ser una marca con casi 80 años de historia, Porsche y el concepto de hypercar o auto exótico no son muy compatibles. Apenas tres ejemplos existen, con muchos otros quedándose en fase conceptual o cancelados mucho antes de siquiera nacer. El más reciente ejemplo de superauto de Porsche es el 918 Spyder, y aunque se dejó de producir hace 7 años podría tener un sucesor esperando en el futuro.
Claro que no será muy pronto, en eso fue muy enfática la marca. En concreto fue Oliver Blume, el director ejecutivo de Porsche, quien sugirió la idea de un sucesor que siga el linaje del 918 Spyder. Dicha información la confirmó el ejecutivo de la marca al medio Car Magazine UK, y en pocas palabras confirma que Porsche tendría un auto de estas características en algún momento de la década.
Vendrá, pero no será pronto
“El híperauto siempre será parte de la estrategia de Porsche” dice Blume. Sin embargo, “produciremos un auto de estas características cuando sea el momento oportuno, para mostrar una prueba de lo que es posible”. Y como ya lo puede sospechar, la electrificación formará parte clave de ese nuevo proyecto.
Lo más seguro es que Porsche quiera crear una especie de halo car: algo que llame la atención y atraiga compradores a la marca, particularmente a sus productos electrificados. Si el Macan y 718 Boxster/Cayman serán los siguientes modelos eléctricos de Porsche, este superauto será una muestra extrema de todo lo que sea capaz Porsche con este tipo de propulsión. Y probablemente comparta desarrollo con Audi, aunque ese detalle es pura especulación basada en su colaboración con el Taycan y Macan.
Por más que quisiéramos que el nuevo superauto sea la despedida del motor de combustión de Porsche, las chances de que eso suceda son mínimas. Para eso está el 911, el cual se resiste a siquiera probar la hibridación. Solo un salto en el desarrollo de combustibles sintéticos haría de ese sucesor un auto similar al Porsche 918, o incluso el Carrera GT.
Porsche vs los hypercars
Porsche ha logrado un puesto firme en el mundo de los autos deportivos, pero su montaña más difícil de conquistar es el terreno de los exóticos. No importa cuantas veces un 911 derrote a un Lamborghini o Ferrari, no tienen el mismo nivel de prestigio y exclusividad.
Porsche primero creó al 959 como un auto del Grupo B que terminó siendo un auto único con el récord de auto más rápido del mundo, hasta que el Ferrari F40 lo desbancó. El Carrera GT y su glorioso V10 nacieron de un proyecto fallido para Le Mans, y el 918 Spyder fue una manera de alardear la tecnología híbrida de Porsche. Quizá Porsche pueda tomar el liderato como ser la primera marca establecida de exóticos que introduzca un hypercar eléctrico, pero falta mucho para ver ese auto, y ojalá sea antes de terminar la década como su director ejecutivo lo sugiere.