Hoy venimos con una primicia de verdad de un carro que ya se había dejado ver en un puñado de ocasiones. Con el título de “la Tracker de las pickups” tenemos el gusto de tener a la Chevrolet Montana 2024 antes de su lanzamiento en Colombia. Ya sabe, para darle una vuelta y analizar sus pros, contras y todo lo que tenga que ofrecer la nueva camioneta pequeña del Corbatín.
Lo de compararla con una Tracker no es casualidad. No solo comparten plataforma, motor, interior y otros detalles en diseño, podría decirse que la Montana es otro tipo de crossover. Es un sedán con platón que tiene cinco plazas y comodidad para llevar a la familia, con un área de carga más versátil que una SUV. Lejos de querer inventar un término, ya hay algo que denomina a la Chevy Montana: los australianos le llaman ute, abreviación de coupé utilty.
Una Tracker con platón
La Chevrolet Montana 2024 llega a Colombia procedente de Brasil, nación donde se desarrolló y ensambla en la actualidad. El modelo llega a ocupar ese peldaño por debajo de la Colorado, ofreciendo un vehículo práctico con cierto aire familiar y enfrentándose cara a cara con el Renault Oroch y RAM 700. Chevrolet le da la plataforma GEM que también usan el Onix Turbo y Tracker en la región, y esta sería la tercera generación del nombre Montana, primera en no utilizar una arquitectura derivada del Opel Corsa C. Que dicho sea de paso, la Montana nace porque el Corsa B tuvo una variante pickup, que terminó evolucionando en su propio modelo y nombre en Latinoamérica.
Como ya mencionamos las similitudes con la Tracker son bastantes. Ambas están motivadas por un motor de 3 cilindros turboalimentado de 1.2 litros que produce 130 caballos de potencia y 190 Nm de torque; estos últimos desde las 2.000 RPM. La potencia viaja a las ruedas delanteras cortesía de una caja automática de 6 marchas, aunque una alternativa manual podría llegar en el futuro; después de todo la Tracker LS cuenta con esa opción.
Lo que tiene que saber de la Montana es que se conduce como un sedán y no una camioneta. Es común que la suspensión de ballestas de una pickup resulte accidentada, pero en la Montana gracias a la suspensión McPherson adelante y de eje de torsión atrás se siente un andar mucho más aplomado. De nuevo, es como un sedán levantado con un gran baúl en la parte trasera, y la caja automática no protesta demasiado ante la respuesta del acelerador en viajes largos o en la ciudad. Brillan por su ausencia las levas en el volante, pero uno de cada mil conductores las usaría con frecuencia. Chevrolet sí agrega un cambio manual, pero es en forma de esos dos botones en la palanca que nadie usa porque es más ergonómico dejarla en Drive.
Sedán familiar con aires de ute
En materia de diseño su frente exhibe esa filosofía de diseño que Chevrolet imprime a sus camionetas. Si tuviéramos que describirlo, sería una mezcla entre la Tracker y su parrilla prominente, con las luces diurnas integradas de la Blazer RS. Estas y los faros principales son LED en la versión más completa Premier, y le dan un aspecto moderno y hasta deportivo. Las cuatro puertas tienen una apertura generosa para acceder a los 2.8 metros de distancia entre ejes y cabina para cuatro o cinco ocupantes.
La parte trasera es donde Chevrolet “saca músculo” con su platón iluminado por LED y compuerta que abre o cierra de forma suave. Una lona cubre el área, con la opción de apertura eléctrica de esta. Chevrolet nos dice que este platón posee el equivalente de 874 litros de carga, que se aprovechan mejor con una serie de bandejas y accesorios convenientes para organizar todo tipo de cosas en la parte trasera de la Montana. Cabe recordar que estos elementos son opcionales, una lástima porque ese organizador que Chevrolet llama Multi-Flex funciona muy bien para hacer de la Montana un vehículo bastante más práctico.
Molduras plásticas y estribos en la parte trasera recuerdan que este es un vehículo utilitario. Aunque si nos lo pregunta, para ser una pickup le faltó algo de rudeza en esos apliques plásticos de la carrocería. Los rines son de aluminio de 17”, y la capacidad de carga es de 585 a 600 kg dependiendo de la versión.
Interior actualizado
En su interior Chevrolet escuchó la retroalimentación que tuvo la Tracker e hizo unos cambios antes de presentar a la Montana 2024 en Colombia. La pantalla de 8″ ahora está orientada hacia el conductor y conserva sus perillas físicas. Es el típico sistema MyLink de Chevrolet, con conectividad Apple y Android inalámbricas. No es el sistema de entretenimiento más grande pero cumple a cabalidad su función y se integra bien con el tablero.
Los vidrios son de un toque en todas las puertas, buen detalle ahí para ser la pickup de entrada. Hay carga inalámbrica, apoyabrazos y tapicería en cuero, que se transforma en tela para la otra versión LTZ. El apartado de seguridad es relativamente completo, y más vale serlo porque la Tracker tiene buenos registros en Latin NCAP. Seis airbags, control de tracción y estabilidad, asistente de arranque en pendiente y control crucero son elementos suficientes, aunque nos deja deseando un poco más en materia de asistencias activas.
En conclusión podemos decir que es una Tracker más práctica, y lo decimos como cumplido. Si quisiéramos señalar negativas, el asiento de la segunda fila es algo justo y no tan modular; pero lo compensa con sus acabados pulidos y lo práctico del área de carga. Contrario a muchos otros modelos, el hecho de tener turbo no requiere el uso de gasolina extra, ya que el fabricante dice que con corriente funciona bien; ya es cuestión de preferencia del conductor. La Montana es un carro que lo convence que está conduciendo un sedán o crossover más, hasta que despliega la compuerta y ve toda la carga que puede llevar. Por eso se lleva una calificación notable, aunque nos gustaría más con una caja mecánica para aprovechar mejor su torque. Cuando lleguen los modelos LS y LT veremos si Chevrolet le agrega los tres pedales.
Precio y versiones
- Chevrolet Montana LTZ 2024: $115.720.000.
- Chevrolet Montana Premier 2024: $119.220.000.
