Porque el Formentor no fue el único que se actualizó, he aquí la nueva cara del Cupra León en versión hatchback y Sportstourer. Modelo de alta diversión que no tiene nada que envidiar al Volkswagen Golf R y Audi S3 porque, si bien comparten ADN, el Cupra es el más llamativo e interesante de los tres.
Así como el Formentor, el nuevo Cupra León decidió seguir una identidad más clara, cuya intención es dejar claras las diferencias entre SEAT y Cupra. Todo inspirado por el nuevo Tavascan al igual que conceptos como el Urban y Dark Rebel.
Más poderoso que nunca
Ya que el Volkswagen Golf R Variant aún no se renueva y Audi no tiene un S3 Avant, Cupra llega al rescate. He aquí una station wagon divertida con transmisión DSG de 7 marchas y un motor 2 litros turbo retocado para subir hasta los 328 caballos de potencia. Figuras que viajan a las cuatro ruedas con el beneficio de un diferencial electrónico con modo drift.
Si eso no es suficiente, está la suspensión más firme, frenos firmados por Akebono o el modo Cupra, exclusivo del León Sportstourer, que permite jugar con la entrega del torque a las cuatro ruedas. Es cierto, también hay un León hot hatch más convencional con casi todos los mismos juguetes, pero el más llamativo es el Sportstourer.
Como el Formentor, ambos León reciben una versión híbrida enchufable con una batería más grande (19,7 kWh), 268 hp, tracción integral y una autonomía 100% eléctrica por encima de los 100 km. Claro que, si eso es demasiado, hay Cupra León con motores más frugales que erogan “solo” 148, 201 o 300 hp, estos últimos con tracción en las cuatro ruedas.
Encontrando su identidad Cupra
En materia de diseño, el nuevo León es similar al Formentor. Su frente es más agresivo y afilado cual depredador marino, sólo faltó la aleta en el techo. Faros con un patrón de tres triángulos adornan la parte delantera y trasera; adelante una parrilla más marcada recibe un diseño con “colmillos” y los rines reciben acentos en color bronce.
Adentro el tablero se ve dominado por una pantalla de 12,9 pulgadas con la conectividad moderna que se imagina, nuevas sillas tipo cubo y una consola central retocada. Eso sin mencionar los ya conocidos colores mate que caracterizan a Cupra.
Sólo faltó la opción con tres pedales, disponible en ciertos León pero no en el más potente de todos. Y sí, es en esencia un Golf GTI o R con otra marca, pero es casi imposible ignorar al Cupra. Sería una locura no elegirlo y optar por las alternativas de Volkswagen.
