La sorpresa no es que Mazda use la plataforma “grande” (así la llaman) del CX-90 para crear a su hermano menor, el CX-70. Lo intrigante es que no quieran esperar demasiado y se dispongan a presentarlo tan pronto, a sabiendas de que la marca tiene “las manos ocupadas” desarrollando eléctricos y produciendo el CX-50, CX-60, CX-90 y el MX-30 rotativo.
Hay algo que tienen todos esos autos en común y es que son modelos jóvenes con hibridación en mente. El CX-50 recibirá pronto una variante híbrida, y los demás modelos ya tienen una configuración así. No solo eso, Mazda también alista un CX-80 para Europa, que probablemente use una plataforma extendida del CX-60. Serán días bastante ocupados en Hiroshima.
Aprovechando al máximo la nueva plataforma
Mazda confirmó sus planes respecto al CX-70 y CX-90 a nuestros colegas de Motor1 y Autoblog. La marca detalla que ambos modelos compartirán plataforma, con el CX-70 llegando en algún punto de 2023. Mazda también utilizará el propulsor seis en línea de este modelo y el CX-60, pero con sus niveles de potencia “afinados” para que todos estos SUV se diferencien uno del otro.
Junto a este motor con hibridación ligera, un propulsor E-Skyactiv G de 2.5 litros con asistencia eléctrica y baterías enchufables moverá al CX-70. Si su hermano mayor posee 340 o 323 hp y 500 Nm de torque en ambas configuraciones, esperamos que el CX-70 tenga entre 300 y 320 equinos. Al menos así se diferenciará claramente del CX-5 y CX-50 que estarían “un peldaño abajo”.
Siendo honestos, esperamos un CX-90 más corto, con el mismo diseño en su frente y toques premium adentro y afuera. Quizá la madera de arce y tejidos finos no sean abundantes en su cabina como el CX-90, pero sí tendrá distinción para llamarse crossover mediano de lujo. Ya veremos con qué sale la marca cuando revele el segundo nuevo miembro de su abultada familia de camionetas a finales de 2023.
