Se acabaron los adelantos y las filtraciones, por fin podemos contemplar a la Toyota Tacoma 2024 en todo su esplendor. La casa nipona no decepcionó, evolucionando esa pickup atlética con tintes rudos y ofreciendo más elementos en todas sus versiones. Que ahora son ocho, con la inclusión del modelo Trailhunter para aquellos que prefieren vivir y recorrer la naturaleza; o la Tacoma PreRunner 2WD, un modelo “de entrada” con algunos juguetes off-road.
Pero no nos adelantemos. Toyota empleó la plataforma TNGA-F con un chasis de escalera que también mueve a la Land Cruiser LC300, Sequoia y la hermana mayor de la Tacoma: la Tundra. No es lo único que pidió prestado de sus hermanas de marca, ya que Toyota abandona el V6 (que es solo para los pesos pesados) y equipa a la Tacoma 2024 con motores de 4 cilindros turbo, con o sin hibridación. Motorización que comparte con modelos como el Highlander/Grand Highlander al igual que el atlético Crown. ¿Ya mencionamos que también tiene transmisión manual? Y no es solo para las versiones básicas.
Cuatro cilindros son mejor que seis
La familia i-FORCE turbo de Toyota es la encargada de mover a la Tacoma, sea de tracción trasera o 4×4. Los modelos sin hibridación son de 2.4 litros, y desarrollan 228 hp y 329 Nm de torque para las variantes SR básicas; o 278 hp y 430 Nm de torque para el resto de modelos. Aunque es la misma potencia del V6 en el modelo anterior, el torque aumenta considerablemente, ya que aquel solo producía un par motor de 359 Nm.
Un asterisco para quienes opten por la transmisión manual de seis marchas con este motor y es una reducción mínima en potencia y torque. Si opta por los tres pedales el poder es contenido ligeramente a 270 hp y 420 Nm de torque, no mucho al final del día si la transmisión manual para usted es amor y es vida.
Los modelos híbridos emplean una transmisión automática de ocho marchas, opcional para las Tacoma sin asistencia eléctrica. Denominado i-FORCE MAX, el motor 2.4 turbo recibe un motor eléctrico para una potencia conjunta de 326 equinos y 630 Nm de torque, además de brindar mejor consumo de combustible, eficiencia y por sobre todo empuje y aceleración. El propulsor híbrido es solo para los modelos tope de la Tacoma, es decir todas las variantes TRD, Limited y Trailhunter. Por cierto, el motor híbrido viene con un generador a bordo de 2.400 watts, para conectar diversos artilugios electrónicos.
Suspensión para todos los gustos
Por primera vez en sus cuatro generaciones y casi tres décadas de vida, la Tacoma tiene frenos de disco en las cuatro ruedas. Y también suspensión con resortes helicoidales atrás, aunque las ballestas siguen siendo parte del eje trasero en los modelos base hasta la variante SR5. Ello permite que la Tacoma acceda a elementos como freno de mano electrónico y asistencias activas al frenado y estabilidad, como para no lucir tan arcaica como una 4Runner.
Aquí es donde el sabor de la suspensión varía de acuerdo al modelo. Si opta por la TRD Off-Road, hay gomas all-terrain de 33”, amortiguadores Bilstein ajustados para terrenos difíciles, bloqueo electrónico de diferencial y barras estabilizadoras mejoradas. La Tacoma TRD Sport tiene una suspensión similar pero ajustada para el pavimento y confort de marcha, con selector inteligente de tracción. Un elemento extra con la transmisión manual es que puede arrancar sin necesidad del embrague, ideal para sortear rocas.
Subiendo a la poderosa TRD Pro aparece un kit de levantamiento de 2.5 pulgadas con amortiguadores Fox, receta ideal para aventurarse fuera del asfalto. La trocha creció en 7.62 cm y posee las capacidades para enfrentarse con la Chevy Colorado ZR2 y Ford Ranger Raptor.
Finalmente está el modelo Trailhunter, un punto medio entre la TRD Off-Road y Pro. Como sus hermanas posee una barra antivuelco delantera que se desconecta (para darle flexibilidad al eje delantero), y amortiguadores adaptativos OME, pero calibrados para moverse en terreno suelto con más carga a cuestas. Eso es porque Toyota espera que usted carge a la Trailhunter con tiendas de acampar, bolsas de dormir, parrillas, leña y todas esas cosas necesarias para vivir a la intemperie.
Distinción y tecnología por dentro
Su diseño es innegablemente una evolución de la anterior Tacoma, pero con fuertes tintes de la nueva Tundra. Es un peleador de artes mixtas de la UFC, con un ceño fruncido y mirada calmada, músculos tonificados pero una silueta atlética para escabullirse con facilidad. Si se va por una TRD Sport aparece una toma de aire en el capó y un sutil bodykit; mientras que las Trailhunter y TRD Pro agregan esteroides a los hombros y rostro de la Tacoma.
No es un diseño tan discreto y funcional como el de una Ranger, pero Toyota evita la exageración en la que caen la Chevy Colorado/GMC Canyon. Aquella filtración casi atina al interior de la Tacoma, que ostenta una enorme pantalla de 14” y un aire mucho más moderno y organizado. El panel de instrumentos es digital, el sonido JBL posee un parlante removible para llevarlo a donde quiera, hay carga y conectividad inalámbrica, asientos en cuero y una posición de manejo con mejor visibilidad.
Toyota también añade el monitor off-road con 14 vistas para guiarse en la trocha, un paquete para mejorar la estabilidad al remolcar (máximo de 2.95 toneladas), luces en el área de carga que es un 7% más grande, compuerta trasera eléctrica, Toyota Safety Sense 3.0 y configuraciones en cabina extendida o doble. Es una mejora en todo sentido, y con la calidad de Toyota hará frente a sus rivales de GM y Ford con mucho ímpetu, aguardando que RAM se suba al ruedo para tener cuatro pickups medianas (al estilo americano) en el futuro.