Sin duda uno de los carros más queridos y emblemáticos en Colombia es el invencible Toyota Land Cruiser FJ40. Este junto a su sucesora, la serie J70, son de los camperos más queridos en el país, a la par de otros íconos como el Yipao o el Renault 4 que más de una vez ha funcionado como 4×4 utilitario. El otro día nos topamos con una Toyota Land Cruiser bien particular y que no es tan común Colombia: la camioneta o pickup FJ45, completa con un platón de estacas y una apariencia inmaculada y probablemente restaurada, demostrando que alguien le tiene bastante aprecio a este «carrito».
Nos puso a pensar “¿Por qué son tan poco comunes las Toyota Land Cruiser FJ45 en Colombia?” Después de todo con su popularidad y presencia que aún es muy común en todas las vías del país, su versión con platón es más bien un avistamiento nada frecuente, digno de emoción o alegría. Estoy seguro que nuestros lectores en otras naciones pensarán que estamos locos porque una Land Cruiser con cama o platón es bastante común, particularmente en Australia o Brasil. Pero por alguna razón aquí no fue así.
Del Willys al Land Cruiser
Primero algo de contexto, porque esta no es la primera serie de la Land Cruiser. De hecho, los orígenes del modelo tienen sus raíces en el Willys Jeep original, el cuál Toyota analizó y replicó durante los años cuarenta. Después de la Segunda Gran Guerra fue que emergió la serie BJ que puso en su sitio los principios sobre los cuales la Land Cruiser sentaría su reputación legendaria, y que nació a causa del conflicto en Corea. Ese modelo BJ20 se produjo en chasis corto y largo e incluso se ensambló en Brasil, primer país fuera de Japón en fabricar un Toyota. Y sí, dentro de esa serie BJ se concibieron las primeras variantes pickup, particularmente en Brasil. Así como la FJ no es la original, tampoco fue la primera en tener un platón.
Hacia 1959 llegan los primeros modelos de la serie FJ40 a Colombia, luego de una importación escasa del BJ, que es un verdadero unicornio en las calles y montañas del país. Los primeros modelos tenían techo suave y fueron importados por Domingo D’Ambrosio. La mayoría eran la versión de chasis corto con dos puertas, y muchas terminaron con cabinas fabricadas por empresas como Fivres. No obstante ese primer intento fue algo tímido y no tuvo el éxito que luego tendría el modelo, y tendrían que pasar otros siete años para que el 4×4 de Toyota conquistará definitivamente el corazón (y trochas) de los colombianos. Algo que sí es cierto es que sea el BJ o FJ, aquí los preferimos con un cuatro o seis cilindros en línea a gasolina, en vez de las versiones diésel.
Esa es una historia que ya le contamos en otra ocasión, pero en breve el empresario alemán Götz Pfeil-Schneider se las ingenió para convencer al gobierno colombiano de importar Toyotas de forma oficial y el resto es historia. En el pleno auge de la FJ40, que para 1967 estaba por comenzar producción en Brasil, un ícono de las montañas y caminos rurales de Colombia nació, usualmente en su forma de campero de tres puertas con techo suave o rígido.
Cuestión de preferencias
Pero créalo o no, algunas unidades de la Toyota Land Cruiser FJ45 lograron colarse a Colombia. FJ45 era el código que designaba la Land Cruiser extendida, sea con el chasis descubierto o un platón en la parte de atrás; como una versión con más butacas largas para cargar tropas o funcionar como ambulancia o la mucho más rara station wagon de cuatro puertas y un poco más de lujo. Esa última terminó dándole forma a la Land Cruiser lujosa que conocemos ahora, luego de separarse como modelo independiente y es sin duda la variante más difícil de encontrar de la Serie 40. Así que podría decirse que la FJ45 nace de la necesidad de llevar cuerpos militares, ser ambulancia y ofrecer un chasis largo para ser un camión de carga o bomberos.
Quizá por la necesidad de mover personas con relativa protección y comodidad a través de los escabrosos y accidentados caminos de los Andes, es que las versiones de platón o chasis con estacas no son tan comunes como sus contrapartes de cabina cerrada. Una FJ40 o FJ43 con techo suave tenían el espacio justo para sillas tipo banca de parque en la parte de atrás y para llevar bultos de comida en el medio. De hecho, fuera de ejemplares procedentes de EE.UU., las pickups o camiones pequeños no serían populares en el país sino hasta 15 o 20 años después con la llegada de carros como la Chevrolet Luv, Kia Master y Mazda serie B, además de la FJ70 con chasis y Hilux.
El ejemplar que nos encontramos es más particular porque posee un área de carga mucho más generoso de lo que aparenta. El platón tiene estacas, una carpa suave, y espacio de carga generoso hasta con cajones auxiliares tras las ruedas traseras. Curioso ya que en esta configuración hubiera suplido esa necesidad de llevar personas y carga protegidos de la lluvia o con ventilación suficiente en climas cálidos. Casi parece un camión de carga como aquellos que aún ruedan por ahí en el chasis de una pickup pequeña haciendo acarreos.
Otros detalles que me permito destacar de este ejemplar son sus llantas todoterreno con un aspecto muy clásico, la preciosa pintura verde que adorna la carrocería con acentos negros brillantes, y un snorkel que sugiere que está Land Cruiser de vez en cuando se aventura a la trocha.
Famosa pero en otras regiones del planeta
Aunque sus avistamientos son mucho más efímeros que una FJ40 o FJ43 normal, la FJ45 es parte integral del legado de la Land Cruiser, no solo en Colombia sino en el mundo. Por algo se fabricó por 25 años y su sucesora sigue en producción y no exhibe señales de parar pronto. Cómo ya mencioné más arriba, esa configuración de platón o bandeja de carga fue más popular en Brasil y Australia, dónde aún son muy apetecidas.
En Brasil se conoció como la Toyota Bandeirante y se produjo desde 1968 hasta 2001. La mayoría utilizaban un motor diésel de Mercedes-Benz (que tenía una fuerte operación comercial en esa nación), y solo hasta 1994 se regresó al motor Toyota. Allíl es común ver a la serie FJ40 en todas sus configuraciones, con chasis corto, largo e incluso una variante de cuatro puertas con un platón más corto, y esta versión en particular no tiene nada que envidiarle a una pickup gringa. De hecho, muchas de ellas terminan importadas a EE.UU., al igual que sus homónimas colombianas.
En Australia el concepto UTE engloba una gran variedad de vehículos con una zona de carga descubierta, y la FJ no fue la excepción. Tanto la Serie 40 como Serie 70 fueron populares por esa razón, desde su breve introducción en suelo australiano desde 1959, dónde encajaron perfectamente en el paisaje agreste lleno de desiertos y llanuras interminables. Es más, Australia es una de las naciones que representa gran parte del volumen de ventas de la FJ70 actual, y eso incluye su variante UTE o tradie.
En cuanto a nosotros, es un pequeño pie de nota que no logra encapsular toda la huella que dejó este legendario 4×4 en nuestro país. Y aún así es igual de capaz a cualquier FJ que vea hoy por la calle, e incluso se antoja más práctica y llamativa cómo es el caso de este ejemplar en un inmaculado estado. En pocas palabras, podrá ser una presencia esquiva en nuestras calles, pero hace parte de un legado inmenso de Land Cruisers de todos los tipos y colores trepando las fincas y montañas de nuestra geografía.