Antes de empezar tenemos que decir que esto lo hemos visto en un lugar. Y no nos referimos a transformar todos los modelos en camionetas, o crossoverizar si prefiere ese término. Hablamos del auto en cuestión, ¿no le resulta familiar? Tal vez el nombre Austral le suene, porque en esencia eso es lo que este SUV francés es. El nuevo Renault Espace crossover prácticamente es un Austral estirado, con el mismo diseño, motorización similar y el deseo de sobrevivir a la modernidad, así ello implique transformarse en eso que todos prefieren.
El tiempo de la minivan, al menos para las masas, parece extinguirse sin remedio. Forzado a retirarse dada la popularidad de otros modelos, hoy en día la minivan se aferra a la vida gracias a unos pocos que adoran el concepto de una van con puertas corredizas, sea nueva o clásica. Curioso que el mismo Espace comenzó toda esa tendencia (junto a Chrysler) hace 40 años, y hoy se ve reducido a reinventarse o desaparecer. Es lo que es, pero al menos el nombre permanece, para aquellos que hallan valor en ese tipo de constantes en la vida.
Crossoverizando a la minivan
La verdad es que no podemos culpar a Renault por transformar al Espace en un crossover. El Scénic tendrá un destino similar aunque con propulsión eléctrica, y las marcas tienen que perseguir lo que vende. Renault de nuevo aprovecha la plataforma CMF-C/D codesarrollada con Nissan, que también lleva a cuestas a la Koleos y Austral así como el Nissan X-Trail y Mitsubishi Outlander. En esencia es un crossover para el segmento D, dejando al Austral el espacio que antes ocupaba el Kadjar y Koleos en otros mercados.
Renault dice que es 200 kg más liviano que el anterior Espace, gracias a que es más corto pero con un espacio relativamente similar. También es mucho más eficiente gracias a su propulsión híbrida, que combina el poder de tres motores: uno a gasolina de 1.2 litros y tres cilindros junto a un propulsor eléctrico y un generador. En conjunto producen 200 hp y 410 Nm de torque, sin necesidad de enchufes o elementos similares. No es precisamente rápido, pero para medir 4.7 m un 0-100 km/h en 8.4 segundos no está mal.
También hay una suspensión independiente multibrazo en el eje trasero, el cual también usa un sistema de dirección para ayudar al radio de giro del Espace. Quizá esa es la mayor diferencia respecto al Austral, modelo con el cual comparte todo lo demás, incluyendo el interior.
Lo mismo, pero más largo
En ese orden de ideas no hay demasiadas sorpresas en la cabina. Está la interfaz OpenR que también usan el Austral y Megane E-Tech, con tecnología de Google. El panel de instrumentos también es digital, y un head-up display es opcional. Carga inalámbrica, puertos USB tipo C para todas las filas y un enorme techo panorámico le recuerdan que esto solía ser una minivan espaciosa. Y para acusar algo de deportividad, el Espace más lujoso tiene logos de Alpine.
Curiosamente Renault nos dice que el Espace puede pedirse con dos filas en vez de tres, en esencia creando un crossover con un baúl gigantesco. El nuevo Espace se producirá junto al Austral en España y será primordialmente para mercados europeos, a excepción del Reino Unido. Ahora a esperar que el Scénic sea un Mégane E-Tech más grande, o que el próximo Captur sea un Austral más pequeño.
