Cae la primera ficha en esta fase de renovación en Affalterbach. Ya se veía venir, pero por lo visto los rumores parecen cobrar forma, porque Mercedes-Benz pondrá fin a la producción del CLS antes de terminar el 2023. No queremos decirlo, pero es en esencia una crónica de una muerte anunciada.
Todo es parte de un plan de la marca alemana para simplificar su portafolio y fortalecer las gamas y segmentos más exitosos. En el pasado fue Car and Driver quienes reportaron el final de varios modelos de Mercedes-Benz; y de nuevo son los colegas de la revista norteamericana los que obtienen la confirmación oficial de esta noticia. En breve, 2023 será el último año de producción del Mercedes-Benz CLS, luego de dos décadas y tres generaciones distintas.
Cambios necesarios
Un representante de Mercedes-Benz informó a Car and Driver que la producción del CLS llegará a su fin el próximo 31 de agosto. En lo que respecta al futuro cercano, la casa germana no tiene planes de una siguiente generación ni un modelo que lo reemplace directamente. El AMG GT de cuatro puertas sería el siguiente en el patíbulo, ya que tanto el CLS como el AMG usan la plataforma del Clase E W213 que va de salida.
Esa es una razón de peso para detener la producción del CLS y enfocarse en el nuevo Clase E. Lo decimos porque seguramente este último servirá como reemplazo indirecto del CLS y AMG GT, ya que Mercedes-Benz no necesita tres sedanes con un corte curvilíneo cual cupé de cuatro puertas. No solo eso, la marca alemana avanza hacia la electrificación, y modelos como el EQE y EQS sirven bastante bien para cubrir ese vacío del CLS, ya que tienen una silueta muy parecida a este último.
Víctima de su propio éxito
Es una decisión que, al final del día, tiene sentido. Mercedes-Benz solo necesita un sedán ejecutivo, y tener cuatro o cinco casi en el mismo espacio es un gasto de recursos. Con el Clase E y EQE basta, teniendo presente que en algún punto ambos modelos se combinarán en uno solo. Si quiere un cupé de cuatro puertas, Mercedes-Benz seguirá produciendo al CLA por otra generación, al menos. O si quiere algo más grande, el EQE es la alternativa perfecta que ofrezca más lujo.
Mercedes-Benz es en gran parte responsable por la tendencia de suavizar el techo de sus sedanes y que luzcan como cupés. El CLS fue el primero en imponer esa tendencia y todas las marcas de lujo los siguieron: Porsche con el Panamera, BMW con el Serie 8 y Serie 4, Audi y el A7, entre otros. Fue tan popular, que hoy en día es difícil distinguir entre un sedán y un “grand coupé” o cupé de 4 puertas. En ese sentido, el CLS fue exitoso en establecer una tendencia, pero a la vez fue víctima de su propio invento. Con todos los sedanes de Mercedes-Benz luciendo esa caída del techo estilo fastback, el CLS “sobraba” de cara al futuro. Al menos su primera generación existe como una curiosidad que posiblemente gane seguidores y valor en los próximos 10 años dada su rareza.