Mercedes-AMG GT 4 puertas
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El sedán más rápido alrededor de Nürburgring recibió su renovación de media vida. En efecto, hablamos del Mercedes-AMG GT 4 puertas que llega con una estética casi sin cambios, pero con una nueva serie de motorizaciones. Este modelo era uno de los que faltaba por caer en la tendencia de la electrificación, ya que por ahora solo se ofrece con motor híbrido de 6 cilindros turbo y no hay rastros del motor V8. ¿Se habrá ido sin despedirse?

Un corazón nuevo

Empecemos por el elefante en la habitación. El nuevo Mercedes-AMG GT 4 puertas ahora solo se ofrece con un motor de 6 cilindros en línea turboalimentado con asistencia de un compresor eléctrico y con tecnología mild-hybrid. En la versión GT 43 desarrolla 367 HP y 500 Nm de torque, mientras que el GT 53 sube ese número hasta los 435 HP y 520 Nm de torque. La tecnología híbrida suma unos 22 HP y 250 Nm en determinadas circunstancias. Esta potencia no se compara con el (por ahora) desaparecido GT 63 que ya no se ofrece oficialmente, cuyo V8 de 4 litros turboalimentado generaba 640 HP y 900 Nm de torque.

En esta renovación, el Mercedes-AMG GT 4 puertas sigue usando la transmisión AMG SpeedShift TCT de 9 marchas y ambas versiones disponen del sistema de tracción integral 4Matic +. Sin embargo, el GT 43 se puede ordenar sólo con tracción trasera, manteniendo todo lo demás sin cambios.

Lo que sí cambia es la suspensión, que acaba de recibir una mejora importante. El sistema AMG Ride Control + es una suspensión neumática multicámara que ahora tiene más rango de ajuste. Se añadieron unas válvulas limitadoras de presión para controlar el rebote y la compresión en cada rueda y pueden variar su apertura continuamente. De acuerdo con el modo de manejo, esta suspensión puede dar un comportamiento cómodo y confortable o tener la deportividad necesaria para establecer récords de vuelta en un circuito. Más o menos lo mismo que busca lograr el Alpina B8.

Una apariencia actualizada

A simple vista parece que el Mercedes-AMG GT 4 puertas no cambió básicamente en nada, pero hay detalles que sí pasaron la página. Por ejemplo, el parachoques delantero ahora tiene las entradas de aire laterales más triangulares, mientras que en el modelo pasado eran cuadradas. La toma de aire inferior es un poco más amplia y las aletas están más inclinadas que antes. Por detrás, los tubos de escape ahora son redondos, abandonando la forma cuadrada del GT 63. Si este estilo no le gusta puede elegir el paquete V8 Styling para ponerle el frente del GT 63. Si esto tampoco le gusta también puede poner todo de negro con el AMG Night Package II.

En cuanto al interior, ahora dispone del volante de rayos dobles que vimos en el último Clase E. Este volante ahora puede detectar si el conductor lo suelta y toma medidas preventivas. Además, los controles del modo de manejo o el control de la suspensión ahora disponen de pantallas más nítidas con nuevos iconos. El tablero de instrumentos y la pantalla de info-entretenimiento reciben una actualización del MBUX, pero mantienen su formato de pantalla única y no adoptan el estilo del Clase S o del Clase C.

El que está ausente

Es verdad que la versión GT 63 del Mercedes-AMG GT 4 puertas brilla por su ausencia. Sin embargo, puede haber una razón de peso para que falte. A inicio de este año Mercedes-AMG nos mostró su trifecta de modelos con tecnología E Performance. Uno de ellos era el GT 73 e que aún estaba en desarrollo y llegaría para reemplazar al GT 63 s con un aumento de potencia bastante considerable. Pensábamos que lo iba a presentar junto con las versiones descafeinadas, pero no fue así. Parece que Mercedes-AMG nos va a tener en vilo más tiempo con la versión tope GT 4 puertas. Mientras tanto, los GT 43 y GT 53 estarán en las vitrinas en agosto de este año. ¿Será que lo van a presentar junto con el Proyect One?

William Puentes
Periodista y comunicador - aficionado a carros, motos y todo lo que se mueva.

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