El 8 de junio de 2023 era una fecha especial para Porsche, porque tendrían una ceremonia que comenzara de forma oficial la celebración de sus 75 años. Lo que no nos esperábamos es que salieran de la nada con un concepto para seguir el linaje del 959, Carrera GT y 918 Spyder. Siguiendo la nomenclatura de otros conceptos que se han hecho realidad, Porsche bautizó a este proyecto sorpresa Mission X, y lo menos sorprendente es el hecho que sea eléctrico.
Así es, con el Mission X Porsche abiertamente confirma que está trabajando en un hypercar eléctrico para sumarse a la pelea de exóticos que ya vivimos. La verdad es que a Porsche le faltaba un rival del calibre de un Lamborghini Aventador/Revuelto, Ferrari SF90 e incluso los más extremos Bugatti Chiron y Rimac Nevera. No nos malinterprete, el 911 Turbo S es fantástico pero no puede hacer magia, así tenga los medios para pelear con rivales muy por encima de su clase.
Concebido para callar bocas
Porsche tiene una misión inicial en mente con el Mission X eléctrico, y es conquistar de nuevo el título de auto más rápido del Nürburgring. Corona que pertenecía a la marca hasta que Mercedes-Benz desató al AMG One en el infierno verde con el poder de Fórmula 1 de su lado. En otras palabras, no solo Porsche quiere su récord de vuelta, sino quiere dejar claro que son la mejor marca alemana y que perfectamente pueden crear uno de los autos con aceleración y velocidad más extremas del planeta.
Con eso dicho, Porsche fue algo vago respecto a la idea de producir el Mission X. Puede que sea una celebración de 75 años de autos deportivos, pero hay suficiente ambigüedad para pensar que este modelo con algunos cambios puede llegar a producción. Hay algo importante aquí y es que el Mission X toma una forma muy parecida al 919 Street Concept, así que es seguro asumir que Porsche lleva rato desarrollando este proyecto eléctrico. Lo que vemos aquí es una forma cercana a la que posiblemente tome en el futuro, y francamente luce espectacular.
Serias promesas por cumplir
Quizá de forma algo orgullosa y desafiante, Porsche no quiso revelar las figuras del Mission X. Por el contrario, se animaron a dar algunos datos vagos de lo que es capaz, como una relación potencia/peso de 1 caballo por kilogramo. Analizándolo, este es un auto que rondará las 1.5 toneladas, así que fácilmente Porsche tendría entre manos un hypercar eléctrico de 1500 a 1700 caballos de potencia. También dicen que genera más carga aerodinámica que un 911 GT3 RS (auto que tiene un sistema DRS integrado), una arquitectura de 900 voltios y carga mucho más rápida que un Taycan.
Claramente se nota la inspiración de prototipos como el Porsche 908 y 917 que tantos éxitos cosecharon en Le Mans, con una forma similar al 918 Spyder y 919 RS. Es una evolución natural, el 959 era un 911 más picante, el Carrera GT tenía un enorme V10 que en algún momento iría a Fórmula 1 y el 918 Spyder es híbrido. Lógicamente el siguiente tenía que ser eléctrico y tener puertas estilo tijera que recuerdan al curioso Toyota Sera. Lo que sí reveló Porsche son sus medidas, con 4.5 metros de largo, una altura de apenas 1.2 metros y rines de 20” adelante y 21” atrás.
Seguramente tendrá como mínimo dos motores, uno por eje, y toda una parafernalia de tecnología para exprimir cada voltio de esos propulsores. Otros detalles en su diseño es un frente corto con luces verticales LED que imitan el parpadeo de los ojos, tomas de aire activas para refrigerar los frenos y una cabina en forma de gota de agua. La carrocería está construida en gran parte empleando fibra de carbono y en la parte trasera aparecen dos difusores gigantes y una barra LED como sus modelos actuales.
Con la mente en las pistas y los récords
Puede que su exterior con ese color dorado rocket metallic sea llamativo, pero donde Porsche le da rienda suelta a su locura es en el interior. Para comenzar, es claro que está enfocado en el conductor, con un volante de carreras con botones y palancas para administrar los modos de manejo, un panel de instrumentos flotante y una pantalla pequeña en medio del tablero. Las sillas de ambos pasajeros son tipo cubo futuristas, con colores grises y cafés que las decoran.
Lo más intrigante es una cantidad de cámaras en el interior para grabar su progreso y registros en una pista sin necesidad de una GoPro. También hay un cronómetro integrado, porque Porsche sabe muy bien qué uso quiere darle al Mission X. Otros detalles menores es la inclusión de arneses en los asientos y la ubicación de las baterías tras la cabina.
De nuevo, Porsche dice que este auto es para celebrar sus 75 años de rica historia dentro y fuera de las pistas. Pero en realidad es la primera mirada a un hypercar killer que llegará en los próximos años, y no se sorprenda si llega batiendo récords a diestra y siniestra.
