¿Quién dice que Mercedes-Benz no puede hacer autos prácticos o comerciales? De por sí llevan años fabricando camiones, vehículos de carga y la curiosa Unimog. Hoy, sin embargo, la marca decidió apostarle a otro segmento, uno más pequeño, pero igual de práctico. Lo que aquí ve es la nueva Mercedes-Benz Clase T, una compacta van comercial para pasajeros, con todo el lujo y conveniencias de cualquier otro vehículo de la marca, como un Clase C o Clase A. Sólo que, con puertas corredizas, y con un desarrollo que no es enteramente germano.
Para los más acérrimos conocedores de Mercedes-Benz, la Clase T no es la primera van compacta de la marca. Ni siquiera es la primera van en general, ya que están modelos como la Sprinter o Clase V/Vito. La Clase T reemplaza a la van Citan, otro auto comercial pequeño que fue introducido en 2012. Al igual que su predecesora, la Clase T usa la plataforma CMD de Renault-Nissan, al igual que el motor 1.3 TCe en codesarrollo por Nissan-Renault, Mitsubishi y Mercedes-Benz. Lo que aquí ve es una Renault Kangoo más lujosa, con genes de Nissan Qashqai y Renault Koleos, y un turbo con tecnología del GT-R. Todo un vehículo universal.
Alemana por fuera, franco-japonesa por dentro
Lo de que es una Renault Kangoo es algo exagerado, pero es cierto que ambos vehículos comparten bastantes cosas. Como los motores, el ya mencionado 1.3 Turbo a gasolina, y uno diésel 1.5, también de Renault. Donde está la gran diferencia está en el diseño exterior e interior, que poseen el sello que caracteriza a Mercedes-Benz. Y en los acabados, porque este es un auto con más pretensiones que las que su forma práctica sugiere. Todo el diseño del interior y exterior está inspirado en el EQT Concept, una van eléctrica que por lo visto, seguirá de cerca a la Clase T en el futuro.
Antes de saltar al equipamiento, revisemos el apartado mecánico. Las dos versiones de gasolina, usan el motor 1.3 que se encuentra en autos como el Clase A, B, CLA o la Renault Duster. Este entrega 102 hp y 200 Nm de torque, para el modelo T160; o 131 hp y 240 Nm de torque en el T180. Por el lado diésel, está la unidad 1.5 que produce 96 hp y 260 Nm de torque en el T160 d; o 116 hp y 270 Nm de torque en el T180 d. Mercedes-Benz ofrece una elección entre una caja automática DCT de 7 marchas, o una manual de seis cambios. Ojalá este remix sea más exitoso que la fallida Clase X.
El Clase C de las vanes comerciales
Donde realmente destaca la Mercedes-Benz Clase T es en su equipamiento. Para empezar, esta van posee el sistema MBUX, con una pantalla táctil de 7”. El interior ofrece luz ambiente, dependiendo de la versión, así como cojinería en cuero y neopreno. Hay apliques en el tablero del color de la carrocería, o en piano black. Mercedes-Benz ofrece dos “paquetes de apariencia”: Style, que integra mesas de picnic para la segunda fila y vidrios polarizados; o Progressive, con molduras cromadas en el interior y exterior. Rines de 16” son estándar, con unos de 17” opcionales.
Mercedes-Benz no escatimó en seguridad y tecnología para la Clase T. Hay siete airbags, anclajes ISOFIX, asistente de arranque en subida, sensor de fatiga para el conductor, monitoreo de puntos ciegos y cámara de reversa. Mercedes-Benz también dice que una versión para siete pasajeros, con más distancia entre ejes, se encuentra en camino. Además de la ya mencionada EQT eléctrica. Esa última probablemente tenga más lujos.
Si todo esto le parece demasiado, al ser un vehículo comercial, la Clase T también ofrecerá modelos más austeros, enfocados en la utilidad y practicidad. Solo que Mercedes-Benz quiso mostrar a sus versiones más equipadas. Ojalá una variante AMG con el motor del próximo C43 o el SL 43 esté en las cartas, porque imagine esta van familiar con 381 equinos bajo el capó. Todo un sleeper para dejar a cualquier hot hatch mordiendo el polvo.
